Lula da Silva salió de la cárcel un año y siete meses después
Ayer la Corte Suprema allanó la liberación del ex mandatario brasileño.
La Justicia brasileña autorizó este viernes la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La Justicia brasileña autorizó este viernes la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde hace 1 año y 7 meses, después de la decisión adoptada la víspera por el Tribunal Supremo de Brasil.
La excarcelación de Lula fue solicitada hoy por su defensa, en base a un fallo adoptado la noche del jueves por la máxima corte del país, que, en una ajustada votación por 6 a 5, determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional.
El juez Danilo Pereira Jr, de la 12 Sala Criminal de la ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná, analizó el pedido presentado por los abogados y autorizó su libertad.
Poco antes de las 18:00 horas, el ex mandatario salió de la cárcel y fue vitoreado por cientos de seguidores, además de sus familiares e integrantes de su Partido de los Trabajadores (PT), que le entregaron un ramo de flores.
"Hace mucho tiempo que no veo a mi familia. Hoy, queridos compañeros y compañeras, no tienen dimensión de lo que estoy sintiendo al estar junto a ustedes", expresó Lula a la multitud al inicio del acto celebratorio en las cercanías del centro de detención del que salió.
Después del espontáneo evento, se espera que viaje rumbo a Sao Paulo en un avión privado, y para luego partir a hacer un recorrido por varias ciudades de Brasil.
Lula Livre pic.twitter.com/EJRrynjJjE
— Lula (@LulaOficial) November 8, 2019
Lula estuvo en prisión desde el 7 de abril de 2018, cuando empezó a cumplir una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a modo de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS, a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
La sentencia fue confirmada luego en una tercera instancia, pero aún le resta una apelación ante la Corte Suprema, que ya presentó, pero sobre la cual el Supremo todavía no se ha pronunciado.
Lula se benefició así del fallo de la Corte, que anuló una jurisprudencia que había establecido en 2016 y con la que había autorizado ejecutar una pena de prisión después de que ésta se confirmara en segunda instancia, pese a que en esa fase quedaban aún dos apelaciones pendientes en tribunales superiores.
Según la nueva decisión, la prisión solo podrá ordenarse cuando, como establece la Constitución, se complete el "tránsito en juzgado" ("cosa juzgada" en español) y se hayan agotado todos los recursos posibles, con lo que la culpabilidad estará plenamente determinada.
Los integrantes de la operación Lava Jato, la mayor investigación contra la corrupción en la historia de Brasil, rechazaron la nueva decisión del Supremo y expresaron su temor de que "afecte a los resultados de su trabajo".