Quiebra de constructora dejó 600 viviendas sociales sin terminar en Copiapó y Caldera
La empresa apuntó al no cumplimiento de pagos por parte de las autoridades.
En tanto el Serviu aseguró a las familias que las obras seguirán adelante.
El conjunto habitacional de El Palomar que albergaría a casi 280 familias, avanzó un 16%.
La construcción de casi 600 viviendas sociales en la región de Atacama quedó paralizada luego de que la constructora Loga limitada anunciara que se acogería a la Ley de Reoganización y Liquidación, conocida también como Ley de Quiebra.
A través de un comunicado, la empresa explicó que su decisión responde al "incremento en los costos de los contratos suscritos por Constructora Loga Limitada con diferentes Servicios de Vivienda y Urbanismo, a raíz de importantes atrasos en el inicio de proyectos que fueron contratados a fines de la Administración anterior".
Loga sostuvo que la quiebra también responde a "obras extraordinarias que fueron ejecutadas hace largos meses que aún no ha sido pagadas y demoras muy por sobre lo estipulado contractualmente en el pago de los avances de obra", publicó 24 Horas.
La constructora está a cargo de la ejecución del proyecto Punta Negra Norte, que beneficiará a 120 familias y que alcanzó un 96 por ciento de avance en Copiapó, ciudad en la que además estaba encargada de la construcción de los conjuntos Sol del Palomar I y II, para 280 familias, que sólo llegó al 16 por ciento de avance.
En Caldera, en tanto, quedó suspendida la construcción de 198 viviendas social en el sector Copa de Agua, con apenas un 26 por ciento de avance.
Serviu descarta paralización de obras
El Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) aseguró que los proyectos comprometidos no serán cancelados y que se reprogramarán intentando no atrasar los plazos finales.
A través de un comunicado, el Serviu remarcó que "de ninguna manera este proceso significará la suspensión o cancelación de proyectos habitacionales, más bien actuaremos con la mayor celeridad posible para reiniciar las obras y que no se vea afectada su programación inicial".
En cuanto a la situación de la empresa, el organismo remarcó que "no es aceptable, desde ningún punto de vista, para este Ministerio que la mala conducción financiera de una empresa afecte y ponga en riesgo proyectos habitacionales que benefician a miles de familias en nuestro país".
"Rechazamos que Loga Limitada intente endosar su responsabilidad a los Servicios de Vivienda y Urbanismo, pese a que venían mostrando señales de debilitamiento que se hacían evidentes con retrasos en sus obras", agregó.
La larga espera por la casa propia
Debido a la preocupación de los vecinos que habitarían las viviendas de Caldera, se reunió la Comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional de Atacama; el director del Serviu de Atacama, Rodrigo Maturana, y representantes de los comités para determinar los pasos a seguir.
El consejero Sergio Bordoli, quien presidió la comisión, precisó que "tras la quiebra de la empresa la obra la tomó el Serviu, entidad que hará efectiva las boletas en garantía y va a recontratar una nueva empresa para que finalice las viviendas que sólo tienen un 26% de avance".
La consejera Patricia González fue enfática en sostener que como Cores ejercerán su rol fiscalizador. "El Serviu nos dio un plazo estimado de aquí a marzo para que comience nuevamente la construcción de las obras", detalló.
Las familias observan con preocupación la paralización de los trabajos. Luis Neira, presidente del Comité Bicentenario de Caldera, comentó que "esperamos que esta vez tengamos una solución más rápida por parte del Serviu. En mi caso llevo esperando 14 años por la casa propia".