"Inmunidad de rebaño" al Covid-19 solo podría comprobarse en tres años
El epidemiólogo Manuel Nájera explicó que, por ahora, aún es incierto si quien ya tuvo el virus no vuelva a enfermarse.
Para 2023 "probablemente todos" se habrán contagiado, y quienes no fallezcan desarrollarán defensas.
De momento, investigadores estiman que los portadores asintomáticos del virus alcanzan un 10 por ciento de la población.
Mientras que el Gobierno se allana a una estrategia de "contagio escalonado" para enfrentar la pandemia del Covid-19, aún no hay evidencia que compruebe que testear positivo implique una inmunidad a la enfermedad.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, reconoció que es muy probable que la totalidad de la población mundial resulte afectada, pero se cuadró con la subsecretaria Paula Daza en que lo ideal es que el aumento de casos sea lo más progresivo posible.
"El interés fundamental desde el punto de vista sanitario es que la velocidad de contagios sea la más baja posible, para no tener situaciones en las cuales se produce un aumento muy brusco del número de personas, y ello lleva a una saturación de los sistemas de salud, que es el talón de Aquiles", planteó.
Sin embargo, suponiendo que todo el país se contagie y desarrolle algún tipo de inmunidad a la enfermedad, no se sabe por cuánto tiempo durarían los pacientes en ese estado.
Por tanto, el investigador del Centro de Epidemiología de la Universidad del Desarrollo, Manuel Nájera, prevé que a falta de medicamentos o vacunas contra el Covid-19, "lo que va a pasar es que probablemente en un plazo de tres años todos nos veamos enfrentados al virus y nos enfermemos de una u otra forma", lo que pondría a prueba esta idea.
"Si la inmunidad es fuerte y duradera, podría generarse una 'inmunidad de rebaño'", que consiste en que "todo el mundo se enfermó alrededor tuyo, por lo tanto tú no te vas a enfermar, pero no sabemos cómo se está moviendo la enfermedad" de momento, por lo que tampoco hay certeza de que esto ocurra.
Esta posibilidad se posterga al 2023 en especial a falta de testeo de casos positivos, por la que investigadores estiman que los portadores asintomáticos del virus alcanzan un 10 por ciento de la población.
"Por otro lado, los estudios están bien esperanzados en que muy temprano en el 2021 tengamos una vacuna", agregó Nájera.
En tanto, para el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, fue cauto para analizar la estrategia en Chile.
"Aquí el primer objetivo es que la curva de contagios o la curva de casos nuevos en un período de tiempo sea la menor posible. Uno de los efectos secundarios que se ha visto a nivel mundial son los rebrotes de casos al relajar las cuarentenas. Es una forma de enfrentar el problema, se ha intentado hacer en otras partes, sobre todo en Inglaterra, pero que finalmente tuvieron que tomar medidas más estrictas ya que no resultó tanto", planteó Bernucci.
A su vez, Eduardo Undurraga, académico de la Escuela de Gobierno de la UC e integrante de la mesa de datos Covid-19, que coordina el Ministerio de Ciencias, comentó que "hay varias interrogantes que son fundamentales para entender por qué esta estrategia puede o no funcionar: la duración de la inmunidad y también qué tanta inmunidad genere determinan la efectividad de esta estrategia de inmunidad de rebaño".
Para el profesor Undurraga "tiene que haber un porcentaje alto de población infectado y estamos hablando de alrededor de 60 por ciento (de la población), más o menos. Realmente no se sabe todo, qué porcentaje de los casos son asintomáticos y eso también va a determinar la efectividad de esta estrategia de liberar y volver a soltar, es un poco más complejo que decir funciona o no funciona".