Jacinda Ardern, camino de obtener una victoria histórica en las elecciones de Nueva Zelanda

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El Partido Laborista de la primera ministra tiene posibilidades de obtener un abultado triunfo que podría permitirle gobernar en solitario, según los sondeos.

La administración de la mandataria ha sido elogiada mundialmente por su gestión rápida y efectiva frente a la pandemia.

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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, parte como favorita en las elecciones del sábado, en las que su Partido Laborista tiene posibilidades de obtener una victoria histórica que podría permitirle gobernar en solitario, lo que daría un giro a la izquierda al nuevo gobierno.

Según los dos sondeos más recientes, los laboristas pueden obtener entre 59 a 61 escaños de los 120 que conforman el Parlamento neozelandés, con lo que se abre la duda de si necesitarán aliarse con el Partido Verde o obtendrán una mayoría absoluta que les permitiría formar el primer gobierno sin coalición desde hace más de dos decenios.

"Estoy empleando cada hora que queda para recordar a la gente que vote", apuntaba Ardern en fotos colgadas en Facebook en las que aparecía rodeada de simpatizantes este viernes, víspera de los comicios, que irán acompañados de dos referendos sobre la legalización de la marihuana recreativa y de la eutanasia.

Por su parte, la rival Judith Collins aparecía en un video portando pancartas de su Partido Nacional acompañada de varios de sus candidatos en la ciudad de Auckland, en un intento de atraer el voto de los indecisos y de los conservadores que simpatizan con las formaciones minoritarias.

PRONÓSTICOS DE LAS ENCUESTAS

Según las encuestas, el Partido Nacional ganaría entre 40 y 41 de los escaños, mientras que el Verde y el liberal ACT asegurarían una representación parlamentaria menor.

El gran perdedor sería el New Zealand First, actual socio junto a los Verdes de la coalición gobernante, que obtendría un 3 por ciento de los votos, por debajo del 5 por ciento mínimo obligatorio para entrar al Parlamento.

Si Ardern obtuviera mayoría absoluta, "podría verse un gobierno más transformador", dijo a Efe Jennifer Lees-Marshment, experta en gestión política de la Universidad de Auckland, quien se mostró cautelosa al recordar que se han dado "resultados inesperados" como la victoria de Donald Trump o el referendo del Brexit en 2016.

Lees-Marshment, autora de una quincena de libros, también alertó de que "pueden haber imprevistos porque los Verdes tienen problemas para mantener el apoyo de sus bases debido a que las decisiones que adoptaron como parte de la coalición del gobierno fueron contra sus principios".

ESTABILIDAD ANTE LA CRISIS

Como en todos los lugares del mundo, la Covid-19 ha tenido un gran impacto económico de Nueva Zelanda, cuyo gobierno ha sido elogiado mundialmente por su gestión rápida y efectiva frente a la pandemia, que incluyó confinamientos estrictos y el cierre de las fronteras internacionales.

Aún con el rebrote del coronavirus a mediados de agosto en la ciudad de Auckland, cuando Nueva Zelanda llevaba 102 días sin infecciones locales, el país acumula sólo 1.524 casos, que incluyen a 25 muertos, muy por debajo de las cifras de los países desarrollados.

Ardern capitaliza este éxito con la promesa electoral de que seguirá proporcionando "estabilidad, continuidad y certeza" con un plan de recuperación económica que se enfoca en "la gente, los empleos, la infraestructura, el comercio global y las conexiones".

Lees-Marshment apuntó que, si bien Ardern se ganó "el respeto por el liderazgo que mostró en tiempos de crisis", los neozelandeses no se olvidan de sus promesas incumplidas, como hacer las viviendas más asequibles o la eliminación de la pobreza infantil, y se preguntan sobre su "capacidad de hacer grandes reflexiones post-Covid".

"No he terminado todavía", aseguró Ardern en el debate electoral del jueves frente a Collins, al enfatizar que para lograr "cambios reales y transformadores se necesita dar pasos que unan a la gente" para lograr consensos.

OTRAS PROMESAS CLAVE

Ardern también prometió adelantar en cinco años su objetivo de que el 100 por ciento de la electricidad sea generada por energías renovables, así como la eliminación gradual de plásticos difíciles de reciclar para 2025.

Por su lado, el Partido Nacional se centrará en incentivos para promover los vehículos eléctricos, aunque buscará revertir la prohibición a la explotación de hidrocarburos y promoverá la minería responsable, como parte de un plan de gobierno que incluye inversiones en infraestructuras y reducciones tributarias.

Asimismo, Ardern recalcó que, de lograr un segundo mandato no introducirá el controvertido impuesto a la riqueza del Partido Verde para gravar con uno por ciento a los ingresos que superen los 659.650 dólares.