Consejo Ético alemán rechazó privilegios para vacunados contra Covid-19
Su presidenta, Alena Buyx, explicó que se busca evitar que "se lleve a cabo un levantamiento individual de las restricciones".
Medidas "comparativamente menos invasivas" como mantener la distancia y llevar mascarilla deberían seguir siendo respetadas por personas vacunadas, subrayó.
El Consejo Ético alemán rechazó un trato privilegiado a personas vacunadas contra Covid-19, entre otras razones, porque no hay garantías de que con la vacuna dejen de ser infecciosas y porque perjudicaría además la aceptación de las normas vigentes para contener la pandemia.
El Consejo Ético recomienda que ante la falta de datos fiables sobre el riesgo de transmisión del virus de personas vacunadas "no se lleve a cabo un levantamiento individual de las restricciones", declaró en rueda de prensa su presidenta, Alena Buyx.
Por el contrario, estas deberían ser levantadas "gradualmente" a medida que avance la campaña de vacunación "para todos los ciudadanos", sin perder de vista las cifras de contagios, de pacientes hospitalizados, de casos graves y de víctimas mortales, agregó.
Medidas "comparativamente menos invasivas" como mantener la distancia y llevar mascarilla deberían seguir siendo respetadas por personas vacunadas, agregó.
El Consejo Ético contempla una única excepción, relativa a las "severas medidas de aislamiento" en residencias de ancianos y centros para personas dependientes y discapacitados, "que deberían levantarse para los vacunados cuanto antes, a medida que avance el programa de vacunación".
FLEXIBILIZAR MEDIDAS PARA VACUNADOS EN RESIDENCIAS
En este caso, precisó Sigrid Graumann, portavoz del grupo de trabajo sobre la pandemia del Consejo Ético, se trata de "eliminar un perjuicio" que deben enfrentar determinados grupos de la población y que ya no encuentran justificación una vez vacunados, y no de "favorecer" a unos ciudadanos por encima de otros.
Y es una excepción, agregó, porque a pesar de estar vacunadas, estas personas pueden seguir contagiándose y ser transmisoras del virus, al menos según los datos actuales.
En lo que respecta a bienes y servicios ofrecidos por empresas privadas, éstas, por su libertad contractual, podrían, en teoría, limitar el acceso a personas vacunadas, por ejemplo, a conciertos o restaurantes, señaló por su parte Volker Lipp, presidente adjunto del Consejo Ético.
No obstante, matizó que si afecta a la "participación equitativa de la vida social", no debería haber un trato privilegiado al carecer de justificación.
FLEXIBILIZAR RESTRICCIONES PARA VIAJEROS VACUNADOS, UN RIESGO IRRESPONSABLE
En lo que respecta a levantar las restricciones para viajeros vacunados, Buyx insistió en la diferencia entre la "efectividad" de una vacuna, -es decir, la persona vacunada tiene menos posibilidades de contagiarse y de hacerlo, prácticamente no enferma-, y la capacidad de un individuo de transmitir el virus, que según los datos actuales, se reduce en el mejor de los casos a la mitad.
En este sentido, levantar la obligatoriedad de presentar test negativos a viajeros procedentes de zonas de alto riesgo sería asumir un "riesgo irresponsable", señaló.
Buyx se refirió asimismo a la "libertad de elección" de una y otra vacuna y afirmó que celebraría que fuera posible "si no ralentizara" el proceso de vacunación para todos.
Pero "deseos especiales" en una situación de escasez de vacunas, en la que no todos pueden vacunarse, no tiene justificación y complicaría el proceso, dijo.
Buyx se pronunció a favor de esta posibilidad de elección si para el segundo trimestre, y particularmente el tercero, hubiera vacunas suficientes, pero recordó que esta no es la situación ahora.
Desde el 26 de diciembre, el número de personas que han recibido la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 en Alemania asciende a 2.033.561, lo que corresponde a una cuota del 2,4 por ciento, mientras que 679.649 personas han recibido ya la segunda dosis.