Tras funeral multitudinario, el pequeño Tomás Bravo ya descansa en su Arauco natal

Tal como ocurrió el viernes, con la entrega de su cuerpo por parte del Servicio Médico Legal de Concepción, miles de personas se congregaron este sábado en las calles de Arauco para dar la despedida final a Tomás Bravo Gutiérrez, el niño de tres años que desapareció y falleció en febrero en misteriosas circunstancias, que aún no son aclaradas judicialmente. Tras su velatorio, el féretro fue llevado en un carruaje (provisto gratuitamente por una funeraria de Angol) hacia el Cementerio de Arauco, la comuna natal del pequeño, donde por fin podrá descansar, a la espera de que se conozca la verdad de su historia y que se haga justicia, como clama su familia. Pese a la masiva presencia ciudadana en el camposanto, la ceremonia de sepultación fue íntima, sólo con el núcleo más íntimo de sus parientes.