Expertos prevén que durante este siglo lloverá menos, pero más fuerte, en Atacama
A seis años y medio del devastador aluvión en la zona, científicos e investigadores están volviendo a analizar sus características, el riesgo de que se repita y el modo eventual de abordarlo.
Desde 1900 han ocurrido 54 lluvias torrenciales en la Región de Atacama, 27 de las cuales causaron efectos catalogados como "catastróficos". El más recordado del tiempo reciente ocurrió en marzo de 2015.
Un análisis del aluvión de Copiapó de 2015, un repaso por grandes aluviones históricos y proyecciones sobre lluvias extremas en el futuro fueron algunos de los temas tratados en el seminario virtual "Aluviones, caudales y cambio climático", organizado por el Advanced Mining Technology Center (AMTC), la Universidad de Atacama y la Sociedad Geológica de Chile.
El evento fue el primero de una serie de cuatro webinars que presentarán diversos estudios relacionados con episodios de aluviones en la Región de Atacama.
Los expositores fueron, en esta ocasión, Roxana Bórquez, ingeniera en recursos renovables e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2; Cristina Ortega, geóloga y académica de la Universidad Central, y el ingeniero Miguel Lagos, investigador del AMTC y profesional del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile.
DESASTRE NO INÉDITO
De forma coordinada y conjunta, Bórquez, Lagos y Ortega abordaron diversos temas relacionados con los aluviones y su relación con el clima. Así, destacaron la anormalidad de las precipitaciones que ocasionaron el aluvión de 2015 y repasaron en detalle registros históricos de episodios aluvionales.
Destacaron, por ejemplo, que desde 1900 han ocurrido 54 lluvias torrenciales en la región, 27 de las cuales causaron efectos catalogados como "catastróficos".
Miguel Lagos hizo ver que, de acuerdo a las observaciones meteorológicas más recientes, en el Norte de Chile se da una tendencia marcada a la intensificación de las precipitaciones diarias en los meses de otoño, y en condiciones más cálidas, lo que se traduce en una mayor susceptibilidad a la ocurrencia de movimientos en masa e inundaciones.
¿Habrá, entonces, más aluviones catastróficos en el futuro? La doctora Ortega explicó que, si bien en la zona de Atacama se vive un proceso de desertificación y se aprecia una disminución de precipitaciones a un ritmo de 4 por ciento por década desde 1869, los eventos de lluvias extremas seguirán ocurriendo.
Si en el siglo XX el promedio de precipitaciones fue de 80 milímetros por año y para este siglo se espera que sea de cerca de 50 milímetros anuales, en los días lluviosos caerá más agua: la cifra general sube de 60 milímetros, en el siglo XX, a 70 milímetros en el XXI.
La doctora Bórquez centró su presentación en cómo los territorios pueden enfrentar futuros aluviones: llamó a abandonar las miradas catastrofistas para planificar; poner en relieve que la acción debe ser sistémica y multidimensional; incluir todos los tipos de conocimientos relacioandos con eventos extremos y adoptar nuevos modelos de gobernanza para acciones conjuntas y organizadas entre varios actores.
PRÓXIMOS FOROS
Las próximas sesiones de este ciclo de webinars tendrán lugar el 13 de octubre, bajo el título "Susceptibilidad aluvional del territorio atacameño", el 27 de octubre ("Modelación de aluviones como herramienta de planificación urbana") y el 10 de noviembre ("Impacto de los aluviones en la química de los ríos atacameños").
Las inscripciones son gratuitas y pueden realizarse en el sitio web de la AMTC.