Más de 300 personas murieron por accidentes cerebrovasculares en Ñuble en 2020
Ad portas del "Día Mundial del ACV", las autoridades pusieron énfasis en la importancia de reconocer los síntomas de la patología.
Esto posibilita una rápida atención médica y puede evitar daños irreversibles e incluso la muerte de una víctima.
La región cuenta con el tratamiento de trombólisis en el Hospital Clínico Herminda Martín.
El Servicio de Salud de Ñuble (SSÑ) alertó que el año pasado 317 personas fallecieron a consecuencia de accidentes cerebrovasculares en la Región, mientras que a nivel nacional se registra un promedio 20 muertes diarias por esta patología.
Ad portas de una nueva conmemoración del Día Mundial del Ataque Cerebrovascular (ACV), este viernes 29 de octubre, las autoridades relevaron que cerca del 87 por ciento de la población no es capaz de identificar las señales antes de sufrir una emergencia médica.
"Tenemos una alta incidencia de esta enfermedad. Por ello, educar sobre las medidas que contribuyen a prevenir, y reconocer, los síntomas es fundamental, ya que las acciones destinadas a preservar la integridad del tejido cerebral que aún no presenta daño irreversible requieren ser instauradas durante las primeras 4,5 horas post evento, especialmente en el caso de la trombólisis", explicó el subdirector de Gestión Asistencial del SSÑ, doctor Max Besser.
Las principales señales de que está ocurriendo un ataque cerebrovascular son no poder sonreír de manera simétrica, la imposibilidad repentina de hablar y ser incapaz de levantar ambos brazos al mismo tiempo hacia el frente.
Tratamiento de trombólisis
"La región cuenta con el tratamiento de trombólisis en el Hospital Clínico Herminda Martín, y estamos trabajando para instaurarlo prontamente en el Hospital de San Carlos: se trata de un procedimiento que permite disolver el trombo y restablecer el suministro de sangre al cerebro", explicó Andrea Hernández, jefa de la Sección de Procesos y Gestión de Garantías Explícitas en Salud del SSÑ.
"Respecto de los factores de riesgo, entre los principales se encuentran la edad y tener familiares directos con antecedentes de un ataque cerebral. Otra de las posibles causas es tener la presión arterial elevada, el consumo de tabaco, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad y el precedente de fibrilación auricular", añadió la profesional.
Es importante enfatizar en que esta patología se puede prevenir adquiriendo estilos de vida saludables, alimentación rica en frutas, verduras y legumbres, realizando actividad física y manteniendo las patologías crónicas compensadas.