Ministro de Sanidad alertó que alemanes estarán vacunados, curados o muertos en el invierno
Jens Spahn instó a la población que no ha recibido la vacuna contra el Covid-19 a inocularse.
Expertos de salud aseguran que se debe romper la cuarta ola y que eso no ocurrirá con vacunas obligatorias.
Alemania tiene un 70,5% de la población vacunada y apenas 68,0% cuenta con la pauta completa.
El titular de Sanidad alemán, Jens Spahn, alertó de que al finalizar el invierno los alemanes estarán "vacunados, sanados o muertos", en un mensaje instando a la población rezagada a que se ponga la vacuna contra el Covid-19.
"Probablemente, al final de este invierno, prácticamente todos en Alemania, como se ha dicho ya de manera cínica, estarán vacunados, sanados o muertos", dijo el ministro en una conferencia de prensa para abordar la campaña de vacunación de refuerzo.
Spahn advirtió que con la variante Delta lo anterior es "muy probable" y por ese motivo insisten "tanto en recomendar la vacuna".
En Alemania se conoce como regla de las 3G el principio de geimpft, genesen o getestet (vacunado, sanado o sometido a test con resultado negativo) que se aplica para el acceso a determinados eventos o locales cerrados y que, por ejemplo, se pretende introducir en el transporte público.
Sin embargo, en los últimos días y ante el aumento de contagios y creciente numero de ingresos hospitalarios, se ha comenzado a hablar de 3G como "geimpft, genesen o gestorben" (vacunado, sanado o muerto).
Escepticismo en debate por obligatoriedad de la vacuna
El jefe del grupo de investigación de inmunología infecciosa y vacunas de la clínica universitaria de la Charité, Leif Erik Sander, subrayó que "la inmunidad a través de la infección no es realmente una alternativa a discutir".
Spahn reiteró su escepticismo ante la posibilidad de una obligatoriedad de la vacuna y manifestó que no hay necesidad de responder ahora a dicha cuestión ya que aportaría nada en las próximas cuatro semanas.
El debate sobre la obligación de las vacunas se ha abierto en Alemania ante la insuficiente tasa de vacunación, una de las más bajas de Europa, con apenas el 70,5% de la población vacunada y el 68,0% con la pauta completa.
De lo que se trata ahora, insistió Sander, es de romper la cuarta ola y "ninguna vacuna obligatoria rompe esta ola", dijo.
Ahora sólo puede ayudar una reducción de contactos, la acción decidida del gobierno y naturalmente las dosis de refuerzo de la vacuna. Esto último, en todo caso, "no hará en dos semanas la diferencia decisiva", señaló.
No obstante, Spahn habló de una "obligación moral" y "solidaria" en lo que respecta a vacunarse, y reiteró que en este caso no se trata de una decisión personal.