Pedro Carrión fue golpeado, asfixiado y desmembrado: Segundo imputado quedó en prisión
En la formalización del segundo presunto implicado en el crimen del empresario, se reveló que hace un mes el primer imputado manifestó la intención de asesinar a la víctima.
Planificaron llegar con anterioridad al lugar de los hechos con la intención de provocar "una muerte rápida" y cortaron la luz para dejar inactivas las cámaras de seguridad.
En prisión preventiva quedó el imputado Pablo Solís luego de ser formalizado por su presunta participación en el secuestro con homicidio del empresario de Algarrobo, Pedro Carrión, cuyo cuerpo fue hallado sepultado en Quintero luego de desaparecer el 3 de enero.
Según Fiscalía, la muerte del empresario tuvo lugar el mismo 3 de enero, jornada en la que la víctima se trasladó desde el litoral a su empresa ubicada en Recoleta, en cuyo interior lo esperaban los imputados, uno de ellos formalizado a principio de mes, quienes lo golpearon y luego asfixiaron.
Lo anterior, según explicó el fiscal José Tomás Abarca de la Fiscalía Centro Norte, luego de que ambos imputados planificaran llegar al lugar antes que Carrión. De esta manera, el primer imputado, José Luis Yáñez, condujo su camioneta hasta el lugar y en el interior iba escondido el imputado Solís, según el persecutor.
"La idea era una muerte rápida", declaró el imputado Solís. "Pedro se comenzó a defender, hizo referencia a que su familia va a tomar venganza, entonces él toma la decisión de pegarle combos en el rostro y noquearlo y con eso lo dejó en condiciones de indefensión hasta ponerle la bolsa en la cara, dejándolo sin conciencia, aunque ahora supone que había muerto en ese momento", dice parte de la declaración del imputado que leyó en audiencia el fiscal Abarca.
Posteriormente, según la declaración del imputado, Carrión fue trasladado en el auto del imputado José Luis Yáñez hasta su carnicería ubicada en la comuna de El Bosque, lo que fue confirmado por las antenas de celulares periciadas, donde la víctima habría sido desmembrada. Sin embargo, Solís se habría desentendido de aquella situación.
"El 5 de enero él vuelve a la carnicería de José Luis y éste le entrega cajas de carne, le dice que vaya a Quintero (a la casa de la hermana de Solís) y que en el fondo se deshaga en esa ciudad de estas cajas que contenían el cuerpo de la víctima", relató el persecutor.
En cuanto a la motivación del crimen, el fiscal dijo que los imputados y la víctima realizaban transacciones comerciales: "José Luis hace un mes había planificado, tenía deseos en el fondo, de matar a Pedro o a Yamil, el socio de Pedro. José Luis pensaba que lo estaban cagando con los precios que le hacían pagar por los productos".
Premeditación y alevosía, señala Fiscalía
De esta manera, a juicio del persecutor Abarca, el crimen fue cometido bajo las agravantes de premeditación, pues el primer imputado habría señalado que debía ser "una muerte rápida", se preocupó de llegar antes que la víctima al lugar de los hechos, donde además cortó la luz para dejar inoperativas las cámaras de seguridad, y con alevosía, ya que habrían actuado sobreseguros.
Por su parte, el querellante Jaime Valenzuela, no descartó que la víctima haya sido torturada y drogada en medio de los hechos y que podrían "existir más personas involucradas como cómplices, autores o encubridores".
En cuanto a la autopsia, ésta estableció que la víctima fue desmembrada estando ya fallecida con un elemento filoso y con una sierra rápida, siendo su causa de muerte asfixia por sofocación.
Desde la defensa, la abogada Martina Rogazy indicó que se está ante un homicidio simple y no un secuestro con homicidio, hizo ver que su representado tiene 55 años, irreprochable conducta anterior y que colaboró con la investigación, aunque no cuestionó su participación en los hechos, pidiendo la medida cautelar de arresto domiciliario. Sin embargo, se decretó la prisión preventiva por peligro para la seguridad de la sociedad.