Aduanas detectó contrabando de armas en contenedor en el Puerto de Coronel
El procedimiento, realizado a partir de los datos de inteligencia, fue concretado por fiscalizadores de este servicio: se recuperó armamento y municiones.
"Es un trabajo muy meticuloso que toma varias horas antes de obtener resultados positivos como este", puntualizaron desde la aduana regional.
Un equipo de fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas logró detectar un millonario contrabando de armas y municiones que arribó en un embarque al Puerto de Coronel, en la Región del Biobío.
A partir de los datos de inteligencia proporcionados por la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) de la Aduana Regional de Talcahuano, se logró seleccionó un contenedor proveniente desde Estados Unidos con destino a la Región de Los Ríos y cuya carga había sido declarada como importación de menaje.
Sin embargo, tras una revisión física de toda la carga -correspondiente a 359 bultos- se logró detectar dos armas de fuego y 53 municiones sin percutir, mercancías que no habían sido declaradas y que estaban envueltas en papel de aluminio mezcladas con el resto de los productos.
Se trata de revolver marca Colt modelo Police Positive, calibre 38 Special; una pistola marca FNH modelo FNX-40, calibre 40 S&W; 21 municiones calibre 38 Special; y 32 municiones calibre 40 S&W, además de una funda para revolver. Todos estos productos fueron avaluados en 1.319 dólares (más de 1,1 millón de pesos).
"Es muy importante destacar los análisis previos realizados por los funcionarios de Aduanas para detectar este contenedor y luego la labor de revisión física de toda la carga, que es un trabajo muy meticuloso que toma varias horas antes de obtener resultados positivos como este", puntualizó el director de la Aduana Regional de Talcahuano, Claudio Cid.
En esta línea, la autoridad aduanera afirmó que este tipo de trabajos permite "evitar que productos de contrabando, que en este caso vulneran la ley de control de armas y que además son muy peligrosos, lleguen a sus destinatarios".
Tras informar a la Fiscalía Local de Coronel, el persecutor de turno ordenó entregar bajo cadena de custodia las armas y balas a efectivos de la Armada de Chile, quienes retiraron lo incautado desde el terminal marítimo.