Insulza: La frase del "gatillo fácil" no buscaba descalificar, sino explicar lo que se quería evitar
El senador socialista valoró en Cooperativa el avance de la Ley Naín-Retamal, pese a las controversias de la última semana: "La voté muy a gusto, no fue un mal menor".
"El riesgo es que el delincuente diga 'si igual me van a condenar a presidio perpetuo calificado, mejor lo mato", dijo al justificar su rechazo al aumento de penas por delitos contra un policía.
Insulza reaccionó con sorpresa a las críticas que le dirigió la excanciller Urrejola en el diario El País: "Yo dije que ella había hecho un brillante papel, y nada en privado en contra de eso. No voy a entrar en polémicas con ella", señaló.
"La voté muy a gusto, no fue un mal menor", dijo este miércoles el senador oficialista José Miguel Insulza (Partido Socialista) tras aprobarse en el Senado, en general, el proyecto de seguridad conocido como "Naín-Retamal", que otorga más libertad de maniobra a las policías en el uso de las armas de fuego y establece la denominada "defensa legítima privilegiada".
Durante una larguísima sesión, y a la espera del voto particular que se desarrollará en las próximas horas, el Pleno aprobó de madrugada la iniciativa por 40 votos a favor y cinco en contra de parlamentarios de Apruebo Dignidad: Daniel Núñez y Claudia Pascual, ambos del Partido Comunista; Juan Ignacio Latorre (Revolución Democrática), el regionalista Esteban Velásquez y la independiente Fabiola Campillai.
Como resultado de las negoaciones entre el Gobierno y la oposición, la Sala visó por 42 votos a favor y tres abstenciones la nueva redacción de la norma que regula la legítima defensa en el Código Penal, que ahora acota la presunción en casos en que esté en juego la vida o la integridad de los funcionarios policiales o de terceros.
El artículo renovado sostiene que "se entenderá que concurre el uso racional del medio empleado si, en razón de su cargo o con motivo u ocasión del cumplimiento de funciones de resguardo de orden público y seguridad pública interior, (el policía) repele o impide una agresión que pueda afectar gravemente su integridad física o su vida o las de un tercero, empleando las armas o cualquier otro medio de defensa".
"Los Tribunales, según las circunstancias y si estas demostraren que no había necesidad racional de usar el arma de servicio o armamento menos letal en toda la extensión que aparezca, deberán considerar esta circunstancia como atenuante de la responsabilidad y rebajar la pena en virtud de uno, dos o tres grados, salvo que concurra dolo", precisa.
Entrevistado por El Diario de Cooperativa, Insulza destacó que la legítima defensa "era (una discusión) muy nodal, porque estábamos todos de acuerdo en que en algunos casos está justificado el uso de la fuerza y hay que precisar cuáles son esos casos. Eso está claro. Es perfectamente posible, si se aprueba esto en la Cámara (Baja), argumentar no sólo legítima defensa propia, sino que también legítima defensa de alguien cercano o de un extraño en el caso de ser necesario, pero otra cosa es la obligación de demostrar que efectivamente se cumplieron los requisitos de esa defensa y eso también quedó abierto como una posibilidad".
En tal sentido, el senador PS sostuvo que la modificación del artículo "tiene que ver" con la preocupación que expresaron Naciones Unidas y Amnistía Internacional.
"Nosotros hemos firmado los acuerdos en materia de derechos humanos, somos protagonistas de esto y muchas veces denunciamos situaciones en que se violan los derechos humanos. Entonces, no podemos tener una norma que, de alguna manera, dice 'mire, en esto no valen los derechos humanos, por lo tanto, la persona es completamente impune'... No podemos hacer una presunción de derecho, que no admite prueba contraria. La presunción de hecho es aquella sí admite pruebas en contrario y creo que eso sí se está garantizando", aseguró.
Sobre la polémica del uso del término "gatillo fácil" por parte de las autoridades del Ejecutivo, el parlamentario planteó que la frase "no tenía ninguna intencionalidad de descalificar a nadie ni mucho menos, sino que de explicar qué es lo se estaba tratando de evitar".
"LAS RELACIONES (ENTRE EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO Y APRUEBO DIGNIDAD) NO SE COMPLICAN"
En relación con las nuevas diferencias desnudadas entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad a raíz de la Ley Naín-Retamal, Insulza aseveró que "fue una conversación bastante larga la que hemos tenido en este tiempo y teníamos, desde la Cámara Baja ya, posiciones algo distintas. Lo importante es que las hemos conciliado lo suficiente para convivir con una ley que se dicte así".
"Nosotros (en el Socialismo Democrático) creemos que naturalmente los cinco parlamentarios de Apruebo Dignidad que votaron en contra tenían derecho a hacerlo. No estaban satisfechos y creían que no se estaba garantizando suficientemente (el buen uso de la fuerza) y votaron. La votación es muy clara y no se van a romper nuestras relaciones por esto ni mucho menos. Tampoco se complican. Creo que es un tema que ha quedado superado. Ahora vamos a ver lo que pasa en la Cámara, por cierto", agregó.
"EL RIESGO ES QUE EL DELINCUENTE DIGA: 'SI IGUAL ME A CONDENAR A PRESIDIO PERPETUO CALIFICADO, MEJOR LO MATO"
Insulza también justificó su rechazo al aumento de las penas por delitos cometidos contra funcionarios de Carabineros y Policía de Investigaciones (PDI).
El senador argumentó que "la pena por matar a un policía es la más alta que existe en la legislación chilena: de 15 años y un día mínimo a presidido perpetuo calificado. En esa pena se mueve el juez y aplica la que le parece más razonable. No diré todos, pero muchos de los especialistas que consultamos dijeron 'ojo: si ustedes suben demasiado la parte baja de la pena, lo que consiguen es que los jueces generalmente tengan muchas más dificultades para condenar a una persona'... El piso ahora es de presidio perpetuo a presidio perpetuo calificado, lo que hace acumular las penas en una parte muy alta, demasiado alta".
"Si esta ley se aprueba, da lo mismo que se hayan cometido lesiones graves gravísimas contra una persona a que se mate una persona. Entonces, el riesgo es que el delincuente diga 'si igual me van a condenar a presidio perpetuo calificado, mejor lo mato'", advirtió.
CRÍTICAS DE EXCANCILLER URREJOLA
Finalmente, Insulza reaccionó con sorpresa a las críticas que le dirigió la exministra de Relaciones Exteriores Antonia Urrejola, simpatizante del PS, en el diario El País.
"Yo dije que ella había hecho un brillante papel, esas fueron mis declaraciones públicas. No dije nada en privado ni nada en contra de eso. Estuve en contra de una sola cosa nomás, que fue la decisión de no postular a Claudio Grossman (a la Corte Internacional de Justicia), pero incluso en eso defendí la prerrogativa del Presidente de la República y de la canciller de hacer lo que correspondía (...) No voy a entrar en polémicas con ella", indicó el también excanciller y exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En una extensa entrevista, Urrejola habló por primera vez desde que hace un mes el Presidente Gabriel Boric la sustituyera por Alberto Van Klaveren, exsubsecretario de Relaciones Internacionales y antiguo embajador en Bélgica.
La expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) abordó las críticas respecto a que su experiencia era en esos temas (DD.HH.) y no en Relaciones Exteriores: "Sé mucho de política exterior. Pero este grupo más tradicional del que hablo, mira estos asuntos con el prisma de lo que fue el inicio de la democracia en 1990, cuando nuestro país estaba totalmente aislado. En un Gobierno como el actual y en un mundo tan cambiante, sin embargo, mi deber como canciller fue interpretar la realidad con los ojos de hoy, no con la mirada de hace 30 años".
Consultada si es que se refería al senador PS, con el que ella trabajó en la OEA, la exministra admitió que "el contenido y tono" de las críticas de Insulza la "sorprendieron".
"La Cancillería tiene un consejo de excancilleres con el que nos reunimos tres o cuatro veces en 2022. Ellos me dijeron que era un espacio para apoyarse. Pero yo no recuerdo –y se los dije– que entre ellos se hayan mandado constantemente mensajes por la prensa como lo hicieron conmigo. En una de las últimas reuniones me manifestaron su preocupación porque no existía una política exterior de Estado y que las encuestas en Chile mostraban que éramos un desastre. Yo les dije: 'obvio que es la imagen que hay internamente cuando un conjunto de actores de la política exterior se dedican a mandar mensajes por la prensa'. Otra cosa es la necesaria y legítima crítica política, como lo hizo la excanciller Soledad Alvear o el excanciller Teodoro Ribera", expresó Urrejola.