Arriagada a 35 años del No: Fue la culminación de un largo proceso

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Autor: Cooperativa.cl

"Nada habría sido posible sin la movilización de la gente", afirmó el secretario ejecutivo del comando opositor a Cooperativa.

"La idea es que esto fue una cosa tecnocrática, es absurda", aseguró.

 ATON (referencial)

"Nada habría sido posible sin la movilización de la gente".

Con esas palabras, el secretario ejecutivo y jefe de campaña del Comando del "No", Genaro Arriagada, recordó este jueves, al cumplirse 35 años del histórico plebiscito de 1988, cómo se gestó políticamente la convergencia opositora y la posterior campaña que, con contra todo pronóstico, terminó con la dictadura del general Augusto Pinochet, en el poder desde el golpe con que derrocó a Salvador Allende en 1973.

"El 'No' no es el día 5 de octubre; es la culminación de un largo proceso de acumulación de fuerzas de gente que salió a las calles, que hizo tremendas manifestaciones. Sin esa fuerza, esto no habría sido posible", dijo el cientista político, exministro de la Segpres (1994-1996) y exdirigente histórico de la Democracia Cristiana, a la que renunció en 2021.

PINOCHET Y SU CÍRCULO "NO SE ESPERABAN ESTE RESULTADO"

  • Sergio Campos: Una pregunta muy personal y política. (El 5 de octubre de 1988) fue un día muy intenso, de mucho nerviosismo y, al mismo tiempo, de incertidumbre, pero, ¿qué pasó en el comando del No en el momento en que Alberto Cardemil, subsecretario del Interior, desde el edificio Diego Portales en ese momento, da a conocer alrededor de las 10 de la noche (el segundo cómputo) que 'el Si se impone con un 51,3% ante el No, que obtiene un 46,51%'? ¿Qué pasó en el comando? ¿Cuál fue la reflexión? ¿De qué manera procesaron esa información? Ustedes tenían datos que eran todo lo contrario.

Bueno, yo creo que hubo un reporte de Cardemil un par de horas antes sobre un 0,17% de las mesas que daba un triunfo de 56,43% al Sí en el plebiscito. A nosotros la verdad es que no nos sorprendió. Esperábamos algún tipo de información de ese carácter y, en consecuencia, lo único que señalamos fue lo siguiente: que íbamos a adelantar la entrega de nuestros resultados. Y, efectivamente, nosotros en ese momento teníamos sobre 300.000 votos que daban un triunfo holgado al No. Y a mí me tocó el alto honor de trasladarme a la reunión donde estaba toda la prensa extranjera e informar que esos eran nuestros datos. Y ese fue, efectivamente, fue el resultado.

El círculo más íntimo de Pinochet no se esperaba este resultado. Ellos estaban intoxicados por su propia propaganda y creían que iban a ganar. De manera tal de que esto resultó un mazazo. Y como fue un mazazo, verdaderamente se produjo en La Moneda una especie de encierro donde ni siquiera tenían acceso los otros comandantes en jefe. Éstos estaban ubicados en el edificio del Ministerio de Defensa y, en consecuencia, poco antes de la 1 de la mañana se trasladaron a La Moneda, porque La Moneda no les contestaba, pero ya eso es historia.

CONTEO PARALELO, MESA A MESA

  • Sergio Campos: ¿Cómo llevaban a cabo un proceso computacional cuando la informática estaba prácticamente en pañales? Entiendo que hubo un equipo de ingenieros que se encargó de montar una red en forma muy privada o secreta...

Nosotros siempre dijimos que la campaña -y lo escribíamos en las pizarras cuando íbamos a dar charlas- eran tres elementos: uno era inscribir en lo posible siete millones de personas. Seis millones y medio era suficiente. Si inscribíamos tres millones y medio, perdíamos. Y, en consecuencia, la primera gran tarea fue la inscripción, que se consiguió realmente de una manera emocionante. Ahí (estuvo) la colaboración de mucha gente. Recuerdo, por ejemplo, cuando Hortensia Bussi, la viuda de Salvador Allende, llegó a Buenos Aires. Nosotros desde el comando mandamos a Sergio Bitar y a Lucho Maira a que la recibieran en Buenos Aires. Ella se bajó del avión e hizo un llamado a inscribirse en los registros electorales. Eso fue un hecho muy, muy importante. Después de eso, había que ganar el 'voto No', que quería decir que teníamos que ganar la conciencia de la gente de que lo que venía hacia adelante no era el caos que nos predicaban todos los días por las radios, por la televisión. Porque en la televisión, salvo la franja de 15 minutos para nosotros y 15 minutos para ellos, prácticamente no había nada nuestro en los noticiarios.

Finalmente, estaba el tema de cómo controlar los votos. Y yo creo que ahí tal vez me puedo detener, porque la gente cree que estos son procesos muy simples. Y como creen que son muy simples piensan que esto fue una cosa que prácticamente se pudo manejar desde el living de una casa. La verdad es que aquí hubo un análisis de lo que era la historia de los fraudes electorales, para lo cual trajimos a Chile a un experto norteamericano que había pasado su vida mirando fraudes electorales, esas cosas que pasan solo en Estados Unidos. Una persona que llevaba 30 años mirando estas cosas, y nos dijo: 'Miren, los fraudes electorales no se hacen a nivel de votos agregados. A ustedes lo que el gobierno les va a entregar va a ser votos por provincia y votos nacionales. Si ustedes caen en esa trampa, no tienen cómo probar que ganen y, en consecuencia, lo que ustedes debieran hacer es tener un recuento mesa por mesa'. Eso significaba tener actas de 33.000 mesas, lo que significaba un esfuerzo gigantesco de organización. ¿Por qué? Porque significaba que más o menos nosotros podíamos tener, de acuerdo al número partido inscrito, hasta cinco apoderados por mesa. Calculemos que tuviéramos tres por mesa, y la verdad que hubo más, pero eran 75.000 personas que tenían que recibir una instrucción, un folleto, una indicación de a qué mesa tenían que ir, qué es lo que tenían que hacer, y, a continuación, una vez que obtuvieran el acta de la mesa, entregarlo a unas personas normalmente jóvenes que estaban en bicicleta o en auto y que trasladaban estos actas a los centros de acopio. Y en los centros de acopio se creaba nuestra información, que no era una información de totales. No era la información de "lo que resultó en Huechuraba"; era "esto fue el resultado de la mesa número 23 de mujeres en Huechuraba, y este fue el resultado de la mesa número 25 en el Instituto Superior de Comercio, Mesa de Hombres"...

Esta labor de tantos miles de personas que estuvieron, efectivamente la capitanearon dos personas, que fueron (Gonzalo) Daniel Martner y Germán Quintana. Y debajo de ellos había varios millares de personas que trabajaron y había tres distintos sistemas de computación por si acaso se caía alguno.

"NADA HABRÍA SIDO POSIBLE SIN LA MOVILIZACIÓN DE LA GENTE"

  • Verónica Franco: ¿Cuánto ayudó la movilización en las calles que venía desde 1983? Y, por el contrario, ¿cuánto pudo complicar la realización y el éxito del plebiscito que dos años antes se hubiera atentado contra Augusto Pinochet?

Efectivamente el No no es el día 5 de octubre; es la culminación de un largo proceso de acumulación de fuerzas, de gente que salió a las calles, que hizo tremendas manifestaciones -pensemos en la marcha que se hizo desde Arica a Puerto Montt-, de la gente que acudió a las concentraciones. En fin; sin esa fuerza la verdad que esto no habría sido posible. Esto no fue un tema técnico. Lo fue en el sentido de que tenía que tener una base técnica, pero fue esencialmente un fenómeno social y político que movilizó a centenares de miles de personas.

Nada habría sido posible sin la movilización de la gente y en todos los lugares. Es decir, desde las comunas más pobres y más pequeñas hasta las grandes concentraciones de Santiago, Valparaíso, Concepción. Ahora, si eso se hubiera salido de madre y se hubiera transformado cada manifestación nuestra en una expresión de violencia, con saqueos y cosas por el estilo, eso habría sido contraproducente, pero lo que es interesante es que todos los partidos políticos, desde el Partido Comunista que se sumó en los últimos meses a la campaña de inscripción, hasta sectores liberales de derecha que estaban en el comando del No, todos tratamos de poner orden en las manifestaciones, y efectivamente nuestras manifestaciones fueron limpias, fueron sin violencia, y, en consecuencia, era una demostración de un poder popular que aparecía todavía más fuerte porque era ordenado, porque no tenía desmanes, y esa gente fue clave en el cuadro.

La idea es que esto fue una cosa tecnocrática, es absurda. Yo creo que el 5 de octubre culminan unos ocho años de trabajo que van acumulando y acumulando fuerza. Uno no puede desprender el 5 de octubre respecto del movimiento de las protestas; no puede desprender el 5 de octubre lo que fue todo el movimiento de defensa de los derechos humanos; no puede desprender el 5 de octubre de lo que fue la labor de medios de comunicación tan valerosos como esta radio, la Radio Cooperativa, y con ellos también en la época la Radio Chilena, que era propiedad de los salesianos. Eso fue muy, muy notable y por eso yo decía, por ejemplo, que uno para mí el 5 de octubre de repente se asocia mucho a la voz de la Radio Cooperativa y sus tamborcitos. Era muy decisivo.

TRANSICIÓN: "NADA ES PERFECTO, PERO ES UN CASO MUY NOTABLE"

  • Paula Molina: Es inevitable cuando uno recuerda cada 5 de octubre los cuestionamientos que surgieron y que nos marcaron políticamente tanto en relación a los 30 años, en relación a los Gobiernos de la concertación, al proceso que se inicia ese mismo 5 de octubre. ¿Cómo ve usted hoy esas críticas? Y se lo pregunto hoy, porque la crítica a los 30 años ha ido cambiando también en los hechos políticos recientes, tan pronto como en los últimos meses. ¿Cómo las ve hoy día?

Creo que hay que mirar todos estos procesos. Es cierto que son un continuo, pero hay que juzgar cada uno en su mérito. El 5 de octubre tuvo por propósito derrotar abrumadoramente en un plebiscito al régimen militar y lo logró. Después viene un periodo de negociaciones, de constitución de fuerzas políticas, de establecimientos de varios Gobiernos. Y yo creo que, si somos justos, todo ese proceso fue un proceso bastante notable.

Yo quiero decir un par de cosas sobre esto. Nosotros fuimos la última transición a la democracia de la década del 80 y veníamos bajo un estigma muy complicado, porque las transiciones a la democracia que nos antecedieron, en general fueron precedidas por tremendas hiperinflaciones: 4.700% anual en Brasil, 3.000% en Perú, 3.500% en Bolivia. Y entonces la prédica de la derecha chilena era: 'Si ustedes votan por esta gente del No, aquí va a venir una hiperinflación tremenda'. Y la verdad es que lo que vino a continuación fue un periodo, yo diría, bastante notable en sus resultados económicos, en sus resultados en materia de cambio a la situación de derechos humanos. Hay que pensar que Patricio Aylwin fue elegido en el año 89 y en el año 90 estableció la Comisión de Verdad y Reconciliación. Entonces uno dice: 'Bueno, pero es que las Comisiones de Verdad y Reconciliación...'. No, no son fáciles. En Francia, 60 años después de la guerra atroz que fue la guerra de Argelia establecieron una Comisión de Verdad y Reconciliación. Y en Brasil, 40 años después de que terminó la dictadura militar. En consecuencia, aquí nada es perfecto, pero lo que estamos hablando fue un caso muy notable y que fue reconocido por la prensa mundialmente.