Este miércoles se intentará, una vez más, lanzar la primera misión espacial tripulada de la empresa Boeing; tras su más reciente cancelación, registrada el sábado a menos de cuatro minutos del despegue.
La nave Starliner de la firma privada, con los astronautas de la NASA Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams a bordo, tiene previsto despegar a las 10:52 hora local (misma hora chilena) desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, ubicada en Florida, Estados Unidos.
En caso de no se ejecutarse esta misión CFT (sigla en inglés de Crew Flight Test), la agencia espacial estadounidense y Boeing tienen al jueves como fecha de respaldo.
Si no se logra esta semana, el lanzamiento debería ser pospuesto por al menos por 10 días más para cambiar las baterías del cohete Atlas V de la compañía United Launch Alliance (ULA).
El problema del sábado último se originó en un chasis que alimenta de energía a tarjetas informáticas relacionadas con el cohete, pieza que fue reemplazada el domingo, luego probada, "y todo el hardware funciona con normalidad", señaló la NASA en un comunicado.
RETRASOS EN SERIE
La del fin de semana no ha sido la primera cancelación del despegue de esta misión, que ha sufrido una seguidilla de retrasos.
El pasado 6 de mayo, la Starliner se aprestaba a elevarse rumbo a la EEI, pero unas dos horas antes del lanzamiento la operación se suspendió debido a una anomalía en un tanque de oxígeno líquido del Atlas V.
Posteriormente, se descubrió una pequeña fuga de helio en el módulo de servicio de la Starliner, que dio paso a nuevos aplazamientos.
El éxito de la misión CFT permitirá a Boeing obtener las certificaciones necesarias de la NASA con miras a operar como un segundo proveedor de transporte de carga y tripulación a la Estación Espacial Internacional.
Boeing y SpaceX han suscrito millonarios contratos con la NASA para brindar este servicio, y hasta la fecha solo la segunda ha podido cumplir con el objetivo.