Se trata de la primera vez que se observa un objeto espacial proveniente de otra estrella.
Inicialmente los atrónomos pensaban que se trataba de un cometa. Sin embargo, con el pasar del tiempo descubrieron que era realmente un asteroide como nunca antes se había visto, el primer objeto interestelar en ser detectado.
El asteroide fue bautizado como Oumuamua por los científicos que lo hallaron, palabra hawaiana que significa "un mensajero de lejos que llega primero".
Se cree que Oumuamua habría estado navegando por miles de millones de años a través de la Vía Láctea, fuera de cualquier sistema solar, hasta que recientemente ingresó al nuestro.
Su extraña forma y largo (400 metros) ha sorprendido a los astrónomos pues se diferencia de cualquier asteroide conocido, y según la NASA podría proveer nuevas pistas sobre la formación de los sistemas solares.
Según los astrónomos que realizaron el descubrimiento, Oumuamua tiene un color rojizo, es inerte y no tiene polvo en su superficie. Asimismo, se trataría de un objeto denso, de roca y sin agua ni hielo.
