El cambio climático podría suponer una amenaza para la fertilidad masculina, según un estudio publicado este martes en la revista científica Nature, que reveló el daño que producen las olas de calor al esperma de los insectos.
Según esta investigación de la Universidad de Anglia Oriental, este de Inglaterra, la infertilidad provocada por las olas de calor podría ayudar a explicar por qué el cambio climático está teniendo impacto en la población de diversas especies, incluyendo la extinción de algunas en los últimos años.
Para llevar a cabo el estudio, los responsables, liderados por el profesor Matt Gage, observaron la reacción de machos escarabajos rojos de la harina (de la familia de los Tenebrionidae) a olas de calor simuladas.
Después, a través de una serie de experimentos, analizaron el daño potencial a su capacidad reproductiva, a su esperma y a la calidad de su descendencia.
De este modo, descubrieron que una primera ola de calor reducía a la mitad el número de crías que los insectos podían producir y una segunda prácticamente volvía estériles a estos machos.
Hallaron que la producción de esperma se reducía después de la exposición a estas olas de calor en tres cuartos y el que conseguían producir encontraba dificultades a la hora de migrar al aparato reproductor femenino y tenía más probabilidades de morir antes de la fertilización.
Además, los investigadores también exploraron el impacto en los comportamientos sexuales de los animales después de estar expuestos a altas temperaturas y descubrieron que la frecuencia de apareamiento se reducía a la mitad.
Asimismo, la investigación mostró que las crías engendradas por padres expuestos a las olas vivían menos tiempo y que su rendimiento reproductivo también se vio afectado.
Otro de los implicados en el estudio, el posgraduado Kirs Sales, manifestó que "los insectos en la naturaleza pueden experimentar múltiples olas de calor lo que podría convertirse en un problema para la población si la reproducción masculina no puede adaptarse o recuperarse".
"Se cree que los escarabajos constituyen una cuarta parte de la biodiversidad, por lo que estos resultados son muy importantes para entender cómo reaccionan las especies al cambio climático", agregó Sales.
Los investigadores esperan que sus hallazgos puedan incorporarse en los modelos que predicen la vulnerabilidad de las especies y, en última instancia, ayudar a elaborar planes de acciones de conservación.