Un grupo internacional de científicos logró reconstruir la hasta ahora inexplicable secuencia donde la formación de un agujero negro deriva en una potentísima radiación gravitatoria que desemboca en la mayor explosión cósmica conocida.
Este proyecto de los superordenadores del Instituto Max-Planck de Física Gravitacional, que este viernes publicó la revista Astrophysical Journal Letters y del que informó en un comunicado la Universidad de Valencia, responde a uno de los fundamentos astrofísicos de la Teoría de la Relatividad de Einstein que aún no había sido resuelto.
La colisión de estrellas de neutrones origina enormes destellos de luz gamma y durante una fracción de segundo una erupción de rayos gamma es tan luminosa como todas las estrellas visibles desde la Tierra, produciendo ondas gravitatorias en el espacio que ya fueron predichas por Einstein, pero no habían podido ser detectadas.
Las incógnitas
La ciencia tenía entre sus enigmas la amplitud, duración y forma específica de esas ondas y su comprensión acercaría posiblemente a las claves de una "inagotable fuente de energía" procedente de la acreción (crecimiento por adición de materia) de agujeros negros, señaló la nota de la universidad valenciana.
La acreción es el mecanismo de conversión de energía más eficiente que se conoce y puede llegar a convertir casi el 30 por ciento de la masa en energía, según la explicación del centro académico.
El citado equipo internacional de científicos está ahora más cerca de resolver el enigma gracias a los cómputos realizados durante seis semanas en supercomputadores ubicados en Golm (Alemania).
Los descubrimientos
Del caos que resulta tras la colisión se forma "una estructura ordenada, un chorro de plasma de enorme energía" en el que pueden producirse los rayos gamma de corta duración, que pueden durar hasta tres segundos.
Lo que descubrieron fue que, inicialmente, se forma un anillo de materia caliente con un campo magnético relativamente débil que rodea al agujero negro resultante, el cual rota sobre su eje a velocidades muy cercanas a las de la luz.
El movimiento de rotación de este sistema inestable genera un campo magnético ordenado, sumamente poderoso y 10.000 billones de veces más intenso que el de la Tierra.
Los investigadores resaltan el hito de haber demostrado que se puede formar una estructura alrededor del eje de rotación del sistema, a través de la cual el plasma extraordinariamente caliente procedente de las inmediaciones del agujero negro es lanzado al espacio.