Así lo advierte Hugh Rudnick, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica.
Sobre este tipo de materias se discute en el II Congreso del Futuro, que se realiza en Santiago.
Chile ha sido un "país activo" en impulsar un mayor control sobre las emisiones de dióxido de carbono, aseguraba ayer el ex Presidente Ricardo Lagos en el marco del II Congreso del Futuro, que se realiza en la sede de Parlamento en Santiago.
Según advierten los científicos, dicha preocupación medioambiental tiene también una relevancia económica, en la medida que los mercados europeos y norteamericanos están poniendo cada vez mayores exigencias en este ámbito. Por ejemplo, en la medición de la huella de carbono de la producción.
Para Hugh Rudnick, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, es fundamental que los empresarios tomen conciencia de cuánto contaminan en sus procesos productivos para poder mantener su competitividad internacional.
"Si a la energía eléctrica que consumió una empresa para producir una botella de vino se le puede hacer un seguimiento de la huella y tiene mucho carbono, podría eventualmente ser castigada (su comercialización) con mayores precios o simplemente no pudiendo entrar a los mercados", dijo el experto.
En el mundo de la química se trabaja, en paralelo, para lograr hacer del CO2 un compuesto útil.
"En la generación de nuevos sistemas las moléculas que atrapan cosas son súper útiles, porque atrapan y las dejan inertes. En el caso de la molécula que atrapa CO2 son útiles porque eliminan la contaminación", destacó Alejandro Toro Labbé, profesor de la Facultad de Química de la UC.
