"Tecnologías de encantamiento: la generación de evidencia en imaginarios contemporáneos científico-espirituales en Chile". Ese es el nombre de un proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) que, por inusual que parezca, se adentró en el mundo de lo paranormal.
El estudio -publicado en la revista Ethnography-, que tuvo a la portuguesa Diana Espirito Santo, filósofa, doctora en Antropología del University College London y actual académica de la Universidad Católica, busca entender el rol de las tecnologías en los supuestos contactos con espectros.
Según publica hoy El Mercurio, la experta asistió a clases de parasicología durante y entrevistó a chilenos dedicados al estudio de lo paranormal, y en la investigación se utilizaron cámaras infrarrojas, otras que se activan por movimiento y aparatos para medir la temperatura y las energías electromagnéticas.
Asimismo, cuenta Espirito Santo, "hay personas que usan el Kinect de Xbox, que con una cámara 3D conectada a un computador registra lo que está pasando (...) puede registrar movimientos extraños donde no hay personas".
De esa manera, "hicimos una entrevista a un señor, Fernando Navarro, que tiene una agrupación, Miedo Maestro. La entrevista era en su escuela, que es muy grande, con techos muy altos. En un momento notamos que en la pantalla del computador, al que estaba conectada Kinect, había una figura arriba de un banco, una figura pequeña que se movía. Son figuras hechas por Xbox para sugerir movimiento", que sólo se veía en la pantalla y no a simple vista.
"Significado en el caos"
Para ella, las tecnologías le interesan no como algo que "sólo registra, sino que sirve de canal", lo cual ejemplificó con aparatos que producen un "ruido blanco", como una radio mal sincronizada y que al grabarlo y escucharlo se presume permite escuchar voces: "El espíritu, en la confusión, encontraría sustancia para confeccionar palabras y comunicarse".
"Mientras más se escucha la psicofonía, más voces aparecen"; no obstante, expone la investigadora, "eso puede ser una pareidolia –tendencia de ver significado en el caos- auditiva, pero es más interesante entenderlo en otro sentido: que hay un desborde energético".
"Los investigadores saben que los humanos tendemos a ver patrones significativos en patrones caóticos. Pero podemos pensar que hay casos donde no hay pareidolia, cuando más de una persona escucha o ve algo. Pero para mí también es interesante entender la pareidolia como un fenómeno que pasa en un colectivo de personas para que emerja algo del ruido blanco", ahondó.
Sobre la posibilidad de que esos contactos a través de la tecnología sean reales, fue tajante: "Como antropóloga, creo que todo existe. Si vas al Amazonas y te dicen que hay espíritus de agua, entonces sí existen, porque de alguna forma lo perciben ellos", concluyó.
