Una excavación arqueológica descubrió restos que prueban la existencia de asentamientos humanos en la ribera sur del río Támesis, en Londres, hace 9.000 años, informó este jueves el proyecto de infraestructuras Crossrail.
El hallazgo, una "fábrica de herramientas" del Mesolítico que incluye 150 piezas de sílex, se produjo en North Woolwich (sureste de la capital británica) durante las excavaciones realizadas como parte del proyecto Crossrail, un tren de alta velocidad.
Este es actualmente el mayor plan de infraestructuras en ejecución en Europa, con un presupuesto de unos 18.285 millones de euros, y en él participan empresas españolas como Ferrovial, que se encarga de construir estaciones y túneles.
Los arqueólogos creen que los londinenses prehistóricos utilizaban el lugar del descubrimiento para probar, dividir y preparar los cantos que posteriormente les servirían para elaborar las herramientas.
"Este es un hallazgo único que arroja pruebas de que seres humanos volvieron a Inglaterra, sobre todo al valle del Támesis, después de un largo paréntesis durante la Edad de Hielo", explicó el director de la excavación, Jay Carver.
Tesoros ocultos bajo el suelo de Londres
El proyecto arqueológico va desvelando gota a gota distintos tesoros que permanecen ocultos bajo el suelo de Londres, como una moneda de oro del siglo XVI utilizada probablemente como colgante y similar a la que lucían la realeza y la aristocracia.
Esta pieza reposaba en la zona de Liverpool Street (este de la capital), un escenario que hace siglos constituía una de las zonas más deprimidas de Londres en el límite entre el distrito financiero y el East End.
En la misma área, hoy una gran estación de metro y tren, el equipo de Crossrail se centra en un gran cementerio del siglo XVII que podría albergar 3.000 cuerpos, "una muestra real de la sociedad londinense a lo largo de dos siglos", apuntó Carver en declaraciones recogidas por el diario británico The Guardian.
Las personas allí enterradas incluyen pacientes de hospital psiquiátrico llamado Bedlam que nunca fueron reclamados por sus familias, además de gente de toda condición muerta durante las guerras o plagas.
Los descubrimientos no terminan ahí pues también se encontraron restos de una carretera de la época romana en buen estado, en cuyos cimientos se hallaba, para curiosidad de los arqueólogos, un hueso humano.
"Esta localización hoy en el corazón de Liverpool Street mantiene un rico depósito de arqueología que permite echar un ojo a la historia de Londres de los últimos 2.000 años", subrayó Carver.