El rol de los veterinarios no sólo se circunscribe a ser los "doctores" de nuestras mascotas: su ámbito de acción en la sociedad y en nuestra vida cotidiana es mucho más amplio de lo que se pueda pensar.
Su trabajo profesional está relacionado con el bienestar humano en casi todas sus facetas, desde la salud animal a la salud pública; desde el control de alimentos para el consumo humano hasta la protección del medioambiente.
Con motivo de los 60 años del Colegio de Médico Veterinario de Chile (Colmevet), la organización busca concientizar sobre su profesión y la relevancia social que ha adquirido.
"El médico veterinario es un actor relevante en el país, ya que está involucrado tanto en la salud humana, salud animal y salud medio ambiental, controlando enfermedades zoonóticas, enfermedades de animales pequeños y del ganado del cual nos abastecemos, entre otras. El crecimiento de la población y la demanda siempre en alza de alimentos, nos obliga a entregar a la población alimentos más sanos, inocuos y de calidad, donde nuestro rol es esencial", explica Patricia Escárate, presidenta de Colmevet.
Además, los veterinarios tienen un importante rol en: Prevención y control de problemas de salud animal de importancia social y económica; inocuidad y calidad de los alimentos de origen animal (de la granja a la mesa y viceversa); promoción y apoyo de acciones que favorecen el turismo nacional e internacional, así como el comercio e intercambio pecuario dentro y fuera de las fronteras; investigación de brotes de enfermedades de origen alimentario y promoción de la Tenencia Responsable de animales de compañía, entre muchas otras.
Reconocidos como profesionales
El Colegio de Veterinarios destacó que su principal aspiración es que sean reconocidos como profesionales de la salud, destacando que en la actualidad constituyen un elemento crítico en la estructura de los sistemas de gestión sanitaria y de higiene alimentaria de todos los países.
Asimismo abogan por la colegiatura obligatoria de sus colegas, puesto que lo ven como "el primer paso" para consolidar la profesión e influir en las políticas públicas que les competen.
Otra de sus demandas, tiene relación con el uso de forma expedita de medicamentos psicotrópicos y estupefacientes. Señalan que las restricciones y falta de fluidez al acceso de estos fármacos atenta contra el efectivo y eficaz ejercicio de la práctica clínica veterinaria especialmente en especies menores y equinos, imprescindibles para el tratamiento de ciertas patologías.