Francia y el Reino Unido firmaron este lunes en París un nuevo acuerdo para reforzar su cooperación a fin de intentar frenar la inmigración irregular de las costas francesas a las británicas.
El acuerdo, firmado por los titulares de Interior de ambos países, Gérald Darmanin y Suella Braverman, es la extensión y ampliación de un convenio previo, y prevé más patrullas marítimas y la dotación de más medios técnicos, dentro de una mejor cooperación bilateral para reducir el número de cruces por el Canal de la Mancha.
El nuevo acuerdo incluye doce puntos y el Reino Unido incrementará su aportación financiera a las medidas que adoptará Francia hasta 72,2 millones de euros para el período 2022/23, señaló una declaración conjunta difundida por el Ministerio del Interior francés.
El objetivo es complicar la ruta migratoria del Canal de la Mancha hasta hacerla "no viable" y "desmantelar la criminalidad organizada y las redes de facilitación", aseguró el documento.
Los principales puntos incluyen un aumento del 40 por ciento de las patrullas en las playas francesas en el curso de los próximos cinco meses, o el uso de tecnologías de punta, como cámaras de vigilancia en los principales puntos de paso.
También, y por primera vez, habrá observadores embarcados en naves del otro país, con el objetivo de mejorar la comprensión y la comunicación a ambos lados del Canal de la Mancha.
Además, se creará un grupo de trabajo conjunto para combatir el fuerte aumento del paso de ciudadanos albaneses al Reino Unido y los grupos criminales organizados que explotan las vías de inmigración irregular hacia las costas británicas.
A pesar de los esfuerzos conjuntos y un acuerdo bilateral previo, "el número de intentos de cruce sigue aumentando", por lo que París y Londres buscan "hacer no viable la ruta de las embarcaciones precarias, salvar vidas, desmantelar los grupos criminales y prevenir y disuadir la inmigración irregular en los países de tránsito", resume la declaración.
Londres acusa a París de forma periódica de no hacer lo suficiente para frenarla, mientras que la parte francesa responsabiliza a la legislación británica porque supone un efecto llamada para los inmigrantes irregulares.
Hasta el pasado 1 de noviembre casi 40.000 personas habían cruzado de forma irregular el Canal de la Mancha hasta territorio británico, según datos oficiales de Londres, lo que supone la cifra más alta desde que comenzaron a ser contabilizados en 2018.
Los rescates de embarcaciones en problemas son constantes (142 personas a bordo de tres lanchas fueron salvadas el pasado fin de semana).
Además, el cruce es muy peligroso debido al elevado tráfico marítimo, el mal tiempo que suele reinar en la zona y la baja temperatura de las aguas.
Por ello no son infrecuentes los ahogamientos y los accidentes, como uno registrado el 24 de noviembre de 2021, cuando 27 personas de origen kurdoiraquí y kurdoiraní murieron ahogadas en un naufragio.