La vivienda es un derecho, no un producto, y sobre esta idea deben pilotar todos los esfuerzos para paliar el déficit habitacional existente en Latinoamérica y el Caribe, señaló este viernes la presidenta interina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Reina Irene Mejía.
"La vivienda debe concebirse como un derecho, no como un producto, y es un derecho esencial en la vida del ser humano", apuntó la hondureña en el acto de clausura del foro "Vivienda 2022: Soluciones resilientes para la reducción del déficit habitacional en América Latina y el Caribe", que se ha celebrado este jueves y viernes en la capital estadounidense.
Mejía recordó así las palabras de la Ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda de Ecuador, María Gabriela Aguilera, una de las participantes en este evento que ha reunido a expertos, altos funcionarios latinoamericanos, empresas y entidades bancarias en torno al tema del déficit de viviendas existente en Latinoamérica.
A lo largo de dos días, en el evento organizado por el BID se han compartido ideas sobre las necesidades habitacionales y los retos de la región, en diversas ponencias sobre temas como las plataformas tecnológicas que ayudan a reducir el déficit, el acceso a financiación y a fondos climáticos como soluciones de vivienda, la innovación en asentamientos informales o la atención a población vulnerable.
"En este Foro de Vivienda ha quedado clara la importancia de contar con una gobernanza robusta y transparente, con marcos regulatorios y con plataformas tecnológicas adecuadas, de revaluar los modelos de asistencia, financiamiento de vivienda y de promover la bancarización", resumió Mejía.
EL DÉFICIT NO ES SOLO CUANTITATIVO, SINO QUE TAMBIÉN CUALITATIVO
Este ha sido el primer acto público en el que Mejía ha participado, después de que el pasado lunes fuera nombrada presidenta interina del BID tras la destitución de Mauricio Claver-Carone, acusado de saltarse las normas del banco al mantener una relación amorosa con una subordinada.
Además, 43 millones de viviendas en la región no reúnen las condiciones mínimas. "No olvidemos que el déficit habitacional no es solo cuantitativo, sino también cualitativo y debemos pensar en este dato, para seguir adelante, nuestra gente necesita viviendas de calidad", recordó Mejía.
La presidenta interina hizo además hincapié en la necesidad de que las viviendas que se construyan se hagan teniendo en cuenta "lo vulnerables que somos a los desastres naturales", como demuestra el reciente terremoto de México o los huracanes Fiona e Ian, que han azotado Puerto Rico, República Dominicana, Cuba o Estados Unidos.
"Esto nos recuerda la necesidad de construir soluciones de vivienda capaces de resistir estos sucesos, pero también nos obliga a adaptar y mejorar la infraestructura que ya tenemos", insistió la hondureña.
Financiar medidas de resiliencia "es costo-efectivo", ya que, recordó, la infraestructura resiliente representa una inversión adicional "modesta", del 3 por ciento al 10 por ciento de su costo, pero "por cada dólar invertido se pueden evitar 3,5 dólares de pérdidas materiales".