Si en la primera mitad del año su hijo no rindió lo suficientemente bien en el colegio, el segundo semestre se presenta como una nueva oportunidad donde se pueden mejorar las calificaciones y el ánimo para los estudios. La clave está en comenzar este nuevo semestre con fuerza y energía.
La psicóloga clínica infanto-juvenil y Coordinadora Académica de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Verónica Navarrete, asegura que es importante entender que el niño no está solo en este nuevo desafío. "El proceso de aprendizaje no depende sólo de él, sino que también del apoyo y las condiciones que entregan su familia y colegio para que éste se desarrolle. Esa es la clave para salir adelante", asevera.
De entrada, estudiar no se perfila como una de las actividades más atractivas para un niño. Allí el rol de los padres y del establecimiento educacional es clave. "La mayoría de las veces el escolar no le encuentra sentido a lo estudiado ni sabe cómo aplicarlo. Suele darse en metodologías de enseñanza donde hay escasa participación del estudiante o con clases poco atractivas, donde habitualmente se suma la asociación del estudio con castigo o desagrado", describe la experta.
Si el pequeño estudiante repasara lo aprendido en la casa con los padres, de manera más tranquila y en un ambiente confortable, probablemente la imagen de aburrimiento comúnmente asociada a la carga escolar se alivianaría.
¿Cómo mejorar?
La psicóloga también explica que el bajo rendimiento se puede deber a un pobre desarrollo de las habilidades básicas requeridas para el aprendizaje, tales como la capacidad de atención, la comprensión lectora, poder de análisis y síntesis, y dominio de las operaciones básicas, entre otras.
¿Cómo mejorar las calificaciones del pequeño? "En primer término es necesario tener claro cuál es la causa del bajo rendimiento del alumno y de acuerdo a eso programar un plan de trabajo que permita mejorar el rendimiento académico. En este aspecto, es fundamental el apoyo de los padres que deben acompañar las diversas estrategias generadas desde el colegio", indica.
El objetivo en el segundo semestre debe ser alcanzable, real y tomando en cuenta siempre lo que es posible avanzar. No espere que su hijo pase a ser el más aplicado de su curso, pero sí tenga en cuenta que tomando algunas medidas, la motivación del pequeño puede cambiar, mejorando así las notas de manera gradual. "Se debe explicar al niño qué se va hacer y qué se espera que él haga para lograr el objetivo. Por tal razón, es recomendable plantearse objetivos claros y posibles de ser alcanzados por el niño", enfatiza la psicóloga infanto-juvenil.
Fijar objetivos realistas y alcanzables es importante, ya que se debe evitar la sensación de fracaso en el niño. Si hay algún problema sicológico puntual, se recomienda visitar a un especialista.
"Entre los aspectos emocionales que pueden interferir sobre la capacidad de aprendizaje de un niño están las problemáticas a nivel familiar, la baja autoestima que lo hace sentirse incapaz, escasas habilidades sociales o timidez, baja integración con los pares que no le permiten participar o preguntar si tiene dudas, por nombrar algunas", comenta Navarrete.