Entregó a su perro para que lo sacrificaran y lo encontró en adopción un año después

Una mujer de Estados Unidos quedó sorprendida cuando descubrió que el refugio al que llevó a su perrito para que le hicieran la eutanasia, lo puso en adopción meses después.

Se trata de Kristie Pererira, quien tomó la difícil decisión de dormir a su mascota luego que un grupo de veterinarios le aseguró que el can tenía serios problemas hepáticos y neurológicos. Sin embargo, para comprobar el diagnóstico había que realizarle una serie de pruebas, cuyo costo superaban los 108 millones de pesos chilenos.

Pese a que la mujer de 32 años aseguró que hubiera encontrado la forma de financiar el tratamiento, los expertos le dijeron que las posibilidades de diagnosticar lo que estaba mal eran muy bajas, y que en el caso de lograrlo, era muy poco probable que se tratase de una enfermedad que pudiesen mejorar.

Tras analizar la situación, finalmente Pereira decidió que la opción más humanitaria para el pequeño "Beau" era sacrificarlo, y lo llevó a los Servicios para Animales del Condado de Montgomery en Derwood, Maryland, donde le dijeron que su política no permitía que la gente se quedara con sus mascotas mientras eran sacrificadas.

Un año más tarde, la mujer ingresó a la página web del refugio para ver a los perros en adopción y encontró a su perrito que supuestamente debería haber estado muerto.

Tras contactarse con ellos, le aseguraron que los veterinarios de lugar no creyeron que era necesario practicar la eutanasia en el perro, y tras realizarle una operación de seis millones de pesos -que financiaron por medio de una campaña de GoFundMe-, Beau fue declarado sano.

Desde el refugio aseguraron que la mujer se negó a que se le hicieran pruebas exhaustivas a su perro para ver si sufría problemas neurológicos, por lo que se niegan a devolverle al animal. "LDCRF no realoja a un perro entregado por su dueño con su antiguo adoptante. Nuestra misión es salvar de la eutanasia a perros adoptables y seguros", dijeron.