El animal se mostró agresivo al ser descubierto, pero la autopsia demostró que no había matado al individuo, sino que se alimentó de su carroña.
La tragedia humano-animal ocurrió en los Montes Apalaches, en Estados Unidos.
La autopsia mostró que William Lee Hill Jr. tenía "una historia de adicción a las drogas".
Un oso joven y sano fue sacrificado –tal vez injustificadamente- tras comerse a un hombre de 30 años que murió accidentalmente producto de una sobredosis de metanfetaminas.
El deceso de William Lee Hill Jr., oriundo de Louisville, Tennessee, se produjo en septiembre pasado en el Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes –perteneciente a los Montes Apalaches-, en la frontera entre los estados de Tennessee y Carolina del Norte, en Estados Unidos.
Si bien originalmente se atribuyó la muerte del treintañero a un ataque del oso, las autoridades aclararon el lunes que éste ya estaba muerto –debido a la sobredosis- cuando el oso se lo comió.
"Los oficiales reconocieron que no conocían la causa definitiva de muerte (de Lee Hill) cuando decidieron sacrificar al joven y sano animal por razones de seguridad pública, tras consultar con expertos en vida salvaje y reflexionar en torno a la conducta agresiva del oso", consignó Daily Mail.
Knox News detalló que, tras ser sorprendido comiéndose al individuo, el oso "exhibió un comportamiento agresivo durante horas".
En el Parque de las Grandes Montañas Humeantes hay alrededor de 1.500 osos, pero muy pocos se muestran agresivos hacia los humanos. En contadas ocasiones son sacrificados, cuando se considera que ponen en riesgo la seguridad de los visitantes.
La autopsia del fallecido exhibió, además, signos de "una historia de adicción a las drogas", y se descubrió que había concurrido al parque con un amigo para recolectar ilegalmente plantas de ginseng.
