Cientos de cuernos de rinoceronte, escamas de pangolín y pieles de tigre que fueron decomisados a traficantes y cazadores, ardieron este lunes en una inmensa hoguera al interior de un parque natural de Nepal para lanzar un mensaje contra la caza furtiva de animales salvajes y amenazados.
El parque nacional de Chitwan, en el suroeste del país asiático y a unos 150 kilómetros de Katmandú, fue el escenario elegido por las autoridades nepalíes para quemar 4.012 piezas procedentes de 48 especies de animales salvajes, entre las que se incluían rinocerontes, tigres o leopardos.
"Esta es la primera vez en las últimas dos décadas que acabamos con partes de animales salvajes y trofeos", explicó a Efe Ram Chandra Kandel, jefe de Conservación del parque nacional de Chitwan, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Un total de 357 cuernos de rinoceronte, 67 pieles de tigre, 418 pieles de leopardo, entre ellas de la especie nebuloso y de las nieves, así como restos de 352 pangolines alimentaron la hoguera de 15 metros de altitud, que acudieron a contemplar miembros del Gobierno de Nepal y diplomáticos extranjeros.
Las autoridades nepalíes decidieron la semana pasada quemar los trofeos incautados y otros restos de animales conservados en un museo del parque para cumplir con el protocolo especial sobre especies protegidas CITES, que busca acabar con su comercialización.
"Destruyendo estas piezas queremos lanzar el mensaje de que son inservibles una vez que los animales salvajes mueren. Los animales representan la biodiversidad sólo si están vivos", dijo a los periodistas Prakash Sharan Mahat, ministro de Asuntos Exteriores encargado de prender la hoguera.
El jefe de Conservación del parque explicó que algunas de las piezas se conservarán para su estudio y que se construirá un monumento en este lugar en favor de la conservación de las especies amenazadas.
La última vez que Nepal destruyó restos y trofeos provenientes de especies salvajes fue en 1998.