La Presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Agricultura, Carlos Furche, encabezaron el acto solemne que este viernes conmemoró, en el Patio de Los Cañones del Palacio de La Moneda, los 50 años de la Reforma Agraria.
"Fue un paso transformador para la vida de los campesinos y campesinas de nuestro país, impulsado con decisión y fuerza por parte del Estado; un paso que implicó pasar de la total vulnerabilidad de los campesinos en materia laboral y vital -incluso- a la ley de sindicalización", dijo Bachelet en su discurso.
"Lo que conmemoramos no es sólo una fecha; estamos conmemorando el inicio del proceso de transformación social más importante vivido por el país durante el siglo XX, aquél que terminó con un sistema de relaciones sociales injusto y arcaico -el inquilinaje-, que condenaba en forma directa a casi 500 mil personas a vivir en la dependencia y sin derechos ciudadanos básicos", resaltó la Presidenta.
"Hace 50 años nuestro país dio el paso contundente de reconocimiento, de justicia y de equidad con el mundo rural, y el hito que hoy conmemoramos nos recuerda que no hay imposibles cuando una patria se propone avanzar y lo hace con la unidad suficiente", aseveró.
El sistema de inquilinaje "condenaba en forma directa a casi 500 mil personas a vivir en la dependencia y sin derechos ciudadanos básicos", sostuvo la Mandataria.
La materialización de la reforma agraria "demuestra que hasta las estructuras más arraigadas pueden modificarse cuando el motor del cambio es la necesidad de dignidad, de justicia y de equidad de un pueblo entero", sentenció Bachelet.
La reforma agraria se realizó en varios países de América Latina para desconcentrar la propiedad de la tierra y, en particular en Chile, benefició a cerca 1,8 millones de inquilinos, pequeños productores agropecuarios y asalariados agrícolas.