En la actualidad la llamamos la Primera Guerra Mundial, pero ¿es realmente una descripción precisa? ¿Fue realmente una guerra global? ¿Y fue realmente la primera?
Los que vivieron la guerra entre 1914 y 1918 pensaron sin duda que se trataba de un conflicto mundial y así la llamaron. El término "Guerra Mundial" (Weltkrieg, en alemán) surgió por primera vez en Alemania en 1914. Los franceses y los británicos la llamaron "La Grand Guerre" y "The Great War", pero luego adoptaron el adjetivo mundial durante el conflicto.
Los alemanes, enfrentados a dos imperios globales como Gran Bretaña y Francia, sintieron desde el comienzo que el mundo estaba en contra de ellos. Desde su perspectiva, la guerra era de tal magnitud que parecía que el planeta entero estaba colapsando.
El término Guerra Mundial expresaba la escala de pavor que había generado el conflicto.
Luego de 1945, los historiadores encontraron la etiqueta "Primera Guerra Mundial" muy apropiada porque ellos consideraban lo ocurrido en 1914 como un tipo particular de enfrentamiento internacional, la primera guerra industrializada "total", que había sido seguido por un segundo conflicto industrializado mundial, el que comenzó en 1939.
Pero se pueden formular argumentos a favor de la idea de que esta etiqueta es engañosa.
La Guerra de los Siete Años, las batallas por la supremacía en Europa a mediados del siglo XVIII y las Guerras Napoleónicas también se pelearon por el globo, en varios continentes, causando severas interrupciones al comercio mundial.
Además, si la comparamos con la Segunda Guerra Mundial -que se extendió por China, el sudeste asiático y el Pacífico- la Primera Guerra parece más un conflicto europeo, ya que los frentes de batalla clave que definirán el conflicto estaban todos en el Viejo Continente.
La Guerra de los Siete Años
La Guerra de los Siete Años (1756-1763) involucró a los grandes poderes europeos -Francia, Austria, Rusia y Suecia de un lado y Gran Bretaña, Prusia y Hanover del otro-. Norteamérica, India, el Caribe, las Filipinas y grandes extensiones de Europa Central fueron afectadas.
Guerras Napoleónicas
Luego de las guerras revolucionarias en Francia entre 1792 y 1803, una serie de campañas conocidas como las Guerras Napoleónicas pusieron a Francia en conflicto con varias alianzas. Todo terminó en 1815 con la batalla de Waterloo. Este conflicto se extendió a través de Europa, Estados Unidos, América Latina, Egipto y Siria.
Imperios enfrentados
Pero la guerra tuvo claramente un alcance global, haya sido la primera o no.
En 1914, las naciones beligerantes incluyeron automáticamente en el conflicto a los imperios que encabezaban.
Juntos, los imperios británico y francés ocupaban la mayoría del globo, incluyendo casi todo África y Australasia; el imperio ruso se extendía desde Siberia en el norte hasta el Cáucaso y Vladivostok en el este. Japón entró a la guerra del lado de los aliados e invadió territorio colonial de Alemania en China.
La entrada del Imperio Otomano implicó también sus posesiones coloniales en Medio Oriente, desde Irak hasta Palestina. Cuando ya avanzados los combates ingresaron Estados Unidos y Brasil, uniéndose a Canadá que ya estaba en la guerra como parte del Imperio Británico, el conflicto terminó de extenderse por los cinco continentes.
Es cierto que ninguna batalla terrestre tuvo lugar en el continente americano, lo que ha hecho que algunos historiadores sostengan que no se trató de una guerra global como la de los Siete Años o de las Guerras Napoléonicas (si uno incluye el conflicto anglo-americano de 1812).
Pero eso es ignorar lo ocurrido durante la Primera Guerra Mundial en el mar, en donde hubo enfrentamientos cerca de las Islas Coronel y las Islas Falklands o Malvinas, así como la interrupción del comercio naval a través del Atlántico.
Frentes Occidental y Oriental
Y aunque no hubiese un frente en América, había combates en casi todo el resto del mundo. La primera bala de un miembro de las fuerzas británicas en 1914 no fue disparada en Europa sino en África, por un soldado llamado Alhaji Grunshi que participó en el ataque contra la colonia alemana de Togoland.
El Frente Occidental, que atravesó Bélgica y el norte de Francia, por mucho tiempo se extendió desde Dunkerque en el norte hasta Belfort, en la frontera suiza, en el sur. Pero gran parte del resto de Europa también se volvió zona de guerra.
El Frente Oriental iba desde el Báltico en el norte hasta la frontera de Austro-Hungría en el sur, con muchos de los escenarios bélicos en lo que hoy es la moderna Polonia, Hungría y Rumania.
Serbia fue severamente ocupada. Italia peleó en un frente que atravesaba su frontera nororiental y las montañas Dolomitas, con ciudades como Venecia amenazadas por bombardeos aéreos. Rusia se enfrentó al Imperio Otomano en una lucha sangrienta a través del Cáucaso.
Cuando las potencias intentaron romper el estancamiento en el que habían caído los combates el conflicto se extendió aún más lejos.
Los británicos abrieron frentes en Gallipoli, en el estrecho de los Dardanelos; en Mesopotamia, lo que hoy se conoce como Irak, donde lograron capturar Bagdad; y en Palestina, donde partieron desde Egipto hasta llegar a Jerusalén.
En el Pacífico sur, los australianos pelearon por capturar una suerte de territorios coloniales alemanes, incluyendo Nueva Guinea. También hubo enfrentamientos en 1914 cuando los japoneses capturaron la región de Tsing-tau, bajo control alemán.
En África, los aliados combatieron para dominar las cuatro principales colonias alemanas, una en la actual Namibia, otra en la actual Tanzania, y dos en la acutal Togo. Se estima que unos dos millones de africanos sirvieron en la Primera Guerra como soldados o trabajadores.
Movilizaciones étnicas
Además, detrás de cada frente de guerra existían masivas extensiones de terreno donde la vida fue interrumpida. Economías agrícolas arruinadas. Civiles padeciendo hambre o desplazados por el conflicto.
En África, todos los ejércitos usaban cargadores, personas que llevaban la comida y las municiones de los soldados durante la campaña, que eran maltratados y sufrían terribles penurias que muy seguido los llevaban a la muerte.
La guerra también originó grandes cantidades de refugiados en Europa Oriental, particularmente en Rusia, un proceso que se agravó aún más con la revolución de 1917.
La minorías durante el conflicto fueron tratadas con severidad. En la Rusia zarista fueron perseguidos los judíos y el Imperio Otomano deliberadamente destrozó a su población armenia con masacres y deportaciones.
La Primera Guerra Mundial fue también global en términos de las etnias y las nacionalidades movilizadas para el combate.
Gran Bretaña reclutó más de un millón de indios. Ellos conformaron un tercio del ejército británico en el Frente Occidental en 1914, pero también pelearon en África Oriental y Mesopotamia.
Los franceses, por su parte, trajeron a Europa hombres de territorios tan disímiles como Indochina, Madagascar, Senegal, Algeria y Túnez.
Los alemanes también movilizaron tropas coloniales negras pero solo para utilizarlas en África, ya que pensaba que el uso de soldados no blancos en Europa era una seria violación de las jerarquías coloniales.
Además de los combatientes, los británicos y los franceses también reclutaron mano de obra colonial en una escala masiva para trabajar en el Frente Occidental y en otros teatros de guerra. Londres utilizó negros sudafricanos, egipcios e incluso voluntarios militares de las Indias Occidentales.
Tanto Gran Bretaña como Francia también realizaron un reclutamiento masivo en China, transportando unos 135.000 trabajadores chinos a Europa para oficios y actividades vinculadas con la guerra.
Los obreros coloniales se encontraron muy a menudo muy cerca del frente de combate, justo en la línea de fuego.
Claramente global
Si se la mide en términos de sus efectos ideológicos fue claramente global.
El legado económico de la guerra cambió el mundo, empezando por la mudanza de la capital de las finanzas desde Londres a Nueva York, y, con grandes extensiones de tierras agrícolas europeas destruidas, Argentina y Canadá incrementaron significativamente sus mercados como fuentes de alimentos.
Las actitudes globales también cambiaron.
Los japoneses solicitaron que se incluyera una cláusula sobre la igualdad de todas las razas en la conformación de la Liga de las Naciones un año después de la guerra. No lo lograron, pero la idea mostró el cambio en la mentalidad.
El primer Congreso Panafricano, reunido en París en 1919, se manifestó a favor de que los africanos se gobernaran a sí mismos.
El legado de la guerra fue un conjunto de ideas nuevas globales sobre el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la necesidad de un sistema global de cooperación internacional, que cobró forma en la Liga de las Naciones.
Fue una guerra que finalmente alteró el mundo y en este sentido, en la escala de cambios que trajo consigo, fue ciertamente la primera.