La Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas rechazó, a través de una declaración pública, el incidente protagonizado en la víspera por el pastor Javier Soto, quien interrumpió a gritos una sesión de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en la que se aprobó el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).
Soto llamó "cochinos", "sucios" y "pervertidos" a los parlamentarios, encarando violentamente a Pedro Browne (Amplitud) antes de que el presidente de RN, Cristián Monckeberg, reaccionara para sacarlo a empujones de la sala.
"El mundo evangélico no comparte en ningún caso las manifestaciones de violencia verbal o física. Éstas son contrarias a la libertad de opinión y de conciencia", dice la declaración de la Mesa, firmada por su presidente, el obispo Emiliano Soto.
"Creemos legítimo tener diferencias sobre un tema en particular. Esta legitimidad no permite a nadie pretender imponer conciencia, valores y religión a punta de amenazas del infierno y la condenación eterna. Este tipo de proceder nos remota a las acciones de la Edad Media, en donde el oscurantismo y la intolerancia llevó a millones a la hoguera", agrega la nota.
"Los evangélicos pedimos respeto para todas las personas, al margen de su condición y pensamiento. Rechazamos de la forma más categórica la discriminación, el acoso y fanatismo religioso inspirado en la intolerancia. En este sentido, creemos importante que la sociedad en su conjunto se proteja de estos brotes de incitación al odio", finaliza el comunicado.
El descontrolado religioso fue invitado a la Cámara por el diputado DC Jorge Sabag. (Foto: UNO)