Científica chilena anticipa preocupante falta de disponibilidad de agua en la región.
En el Norte de Chile, la Cordillera sería la principal afectada.
Una investigación realizada por el Núcleo Milenio Forecos de la Universidad Austral de Chile anticipo la amenaza a la que están expuestas varias capitales sudamericanas ante el inminente cambio climático., especialmente entre los años 2071 y 2100.
Su investigadora principal, Rocío Urrutia, publicó en la prestigiosa revista Journal of Geophysical Research-Atmospheres, el estudio "Proyecciones de cambio climático para los Andes tropicales usando un modelo climático regional: simulación de temperaturas y precipitaciones para finales del siglo 21" en la que usando datos del modelo regional de predicción climática Precis del Hadley Center for Climate Prediction and Research de Reino Unido, estableció un escenario alarmante.
"Lo que hicimos en este estudio fue analizar los datos de temperatura y precipitaciones que entregó el modelo Precis, y simulamos los cambios en estas variables entre finales del Siglo XX y finales del Siglo XXI", explica la investigadora.
"Tuvimos en nuestro poder datos de casi toda Sudamérica, pero nos concentramos en Los Andes tropicales, ya que contamos con una resolución muy buena que nos permitió entender el efecto del calentamiento global en esta zona de tan difícil topografía", agrega.
Esta es la primera vez que se utiliza un Modelo Climático Regional de alta resolución (Precis) para el estudio del cambio climático en Los Andes.
Es también uno de los primeros trabajos en predecir el cambio climático en Sudamérica usando este tipo de herramientas predictivas.
Su análisis se complementa con el que realizó el Banco Mundial el año 2007 que sostuvo que las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto, con 2.3 millones de habitantes, dependen entre 30 a 40 por ciento del agua de glaciares de la Cordillera Real.
En tanto, una significativa del agua potable de Quito, en Ecuador, proviene de los glaciares Antizana y Cotopaxi.
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| Se espera que las temperaturas aumentan producto del cambio climático. |
Dentro de los principales hallazgos se encuentra una estimación, para el territorio de Cordillera Blanca, en Perú, de un alza de hasta 6º C en la temperatura en el escenario más extremo y de hasta 4º C en el escenario conservador.
"Determinamos que la zona potencialmente más afectada será la de Cordillera Blanca donde se encuentra el 99 por ciento de los glaciares tropicales del mundo. Es decir, junto con una pérdida de recursos habría una gran pérdida patrimonial para la humanidad", destacó Urrutia.
El estudio indica además que el mayor calentamiento se producirá a mayores altitudes.
También se podría esperar un incremento general de las precipitaciones, al menos hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar, en ambas vertientes de los Andes.
"Por encima de esa altitud nuestras estimaciones no indican cambios significativos e incluso se podría esperar una disminución en las precipitaciones al lado occidental de Los Andes, por encima de 4000 metros sobre el nivel del mar)", detalla la científica
"El retroceso de los glaciares, que de todas maneras se producirá por el aumento de las temperaturas en esa altitud, podría verse acelerado por el no aumento o la disminución de las precipitaciones que nuestro estudio también anticipa", agrega.
Para el caso del Norte de Chile, el estudio estimó que habrá cambios significativos en las temperaturas, donde los efectos más severos se verán en la zona cordillerana con aumentos de las temperaturas que fluctuarán hasta 4º y 5º C en los escenarios conservador y extremo, respectivamente.
En el caso de la zona costera el modelo anticipa un aumento de la temperatura de hasta 3º y 4º C.
Finalmente, otro hecho que llama a la preocupación es la constatación del aumento de años con eventos climáticos extremos.
"Nuestra investigación refuerza las predicciones que hablan de un aumento de la variabilidad en la temperatura. Sabemos al menos que tendremos mayor recurrencia de años climáticos extremos, con fenómenos de olas de calor que pueden ser más frecuentes, lo que nos debe llamar a preocuparnos por el tipo de regulaciones que desarrollaremos y la forma en que utilizaremos los recursos naturales si queremos ser verdaderamente sustentables como continente", concluyó.
