Este jueves 26 de septiembre, a las 10:00 de la mañana, los países de América Latina y el Caribe tienen una ceremonia en la ONU para suscribir o ratificar el tratado de Escazú, a un año de la firma del acuerdo.
Aunque para los expertos se trata de una ceremonia simbólica por el primer año, consideran que no es menos importante a la hora de dar señales por parte de los países, sobre todo en el caso de Chile, considerando que es el organizador de la COP 25 que se efectuará en diciembre próximo en la comuna de Cerrillos.
Si bien el Presidente Piñera se abrió a respaldar este acuerdo "con reservas", la abogada especialista en relaciones internacionales Paulina Astroza dijo que el artículo 23 del Tratado de Escazú no permite hacer estas reservas.
Igualmente la abogada explicó que de todos modos se puede firmar el documento mediante una declaración interpretativa.
"El Acuerdo de Escazú no admite reservas, eso está en el artículo 23 clarísimamente prohibido. Lo que podría ocurrir es que Chile firmara el tratado efectuando lo que se denomina una declaración interpretativa, que no es lo mismo que una reserva", aseveró la experta.
"La declaración interpretativa puede dejar explícitamente establecido qué entiende el Estado por algún concepto, pero eso no es una reserva. Cuando se firma un acuerdo de este tipo, el efecto de la firma significa que el texto queda fijo, inalterable, salvo que todas las partes estén de acuerdo en modificar el texto, pero significaría reabrir una nueva negociación. Si el Estado de Chile firma el acuerdo es que acepta todo el texto del acuerdo, porque las reservas no se admiten", agregó.
En la misma línea, Constance Nagelach, consultora internacional en temas medioambientales, remarcó que "se revisa para que se respete la voluntad del tratado y que las declaraciones interpretativas, que son excepcionales, se tiene mucho cuidado que estas interpretaciones no sean reservas encubiertas y, por lo tanto, vean que es una señal política que es innecesaria frente a un texto que el Ejecutivo puede, con la capacidad técnica que existe en Cancillería, comprender sin recurrir a esta excepcionalidad".
Las dudas de Chile
Escazú ya tiene 17 países firmantes, uno incluso ya ratificó el tratado -Guyana-, por lo que se ve lejano que se reabra una etapa de reservas.
La duda de Chile se mantiene en el artículo 11, que establece que a los países sin litoral –Bolivia y Paraguay- se les debe prestar consideración y cooperación, lo que hace ruido al Gobierno porque consideran que esas menciones, unidas al pacto de Bogotá, podrían llevar a Chile de nuevo ante la Corte Internacional de Justicia.
No obstante, esta razón para la no firma del acuerdo es refutada por el académico de la U. Central y ex subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros.
"En un acuerdo internacional los Estados privilegian lo que es el actuar en conjunto y no se parapetan en un ya superado concepto de soberanía, de tal manera que, a mi juicio, el tema del argumento de soberanía no corresponde", planteó.
"Y lo que se refiere a eventuales acciones que pudiera haber en el plano internacional, haciendo actuar a los tribunales internacionales de justicia, y en particular a la Corte Internacional de Justicia, yo creo que también es un aspecto que está bastante superado en el debate", recalcó Riveros.
En tanto, el senador PS José Miguel Insulza enfatizó que "yo esperaría que el Presidente acepte firmar el acuerdo de Escazú, Chile lo negoció y no hay ninguna razón, a mi juicio, para que ese acuerdo no se firme. Creo que la mayor parte de las cosas que se han dicho sobre él no corresponden. La gracia sería que el Gobierno lo firmara antes de la COP, sería una gran señal".
Aunque Chile mantiene las dudas en cuanto a firmar el tratado de Escazú, el canciller Teodoro Ribera dijo en una entrevista radial que se está trabajando en la posibilidad de efectuar declaraciones interpretativas.