Dos estudiantes de la Universidad Central conversaron con ella la tarde del lunes.
La periodista se refirió a su carrera, así como también a las fórmulas actuales de hacer televisión.
Paola Sepúlveda y Esteban Acuña, dos estudiantes de Periodismo de la Universidad Central, desconocían el potencial histórico del registro que realizarían el lunes recién pasado, cuando llegaron hasta la casa de la ahora fallecida periodista Raquel Correa.
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| Esteban Acuña fotografió a la periodista la tarde del día en que falleció. |
De acuerdo con sus pautas, la idea era entrevistarla como parte del curso "Hicieron historia", para luego editar el material en un libro del mismo nombre que será publicado por la Universidad Central a fines de este año.
En la oportunidad, Correa se remitió a responder las preguntas de Sepúlveda y Acuña las cuales tenían relación con su participación en los programas "De cara al país" y "La entrevista de Raquel Correa", aunque la periodista también se refirió a las fórmulas actuales de hacer televisión.
"¿Qué se hace culturalmente? ¿Qué es lo que se hace por el mundo social? ¿Qué es lo que se da positivo? ¿Bad news o good news? Todos los canales transmiten lo mismo, mientras más cosas trágicas mejor. Alargaron los noticiarios, que es lo que yo veo, a hora y media, le ponen puro fútbol, yo no sé dónde juegan tantos partidos como para que haya media hora de fútbol todos los días. No me lo explico. No hay tantos estadios, ni tantos partidos. Cuando empiezan con eso, yo me cambio de canal y me encuentro con lo mismo en todos", criticó la Premio Nacional de Periodismo 1991.
Pánico escénico
Por otro lado, consultada por su actualidad, Correa comentó que "hace tiempo que no me piden nada. Me hace falta".
Y en cuanto a un programa que le habían ofrecido hacer para CNN, la también académica de la Universidad Católica confesó que "me dio susto. Porque ya no soy la misma de antes. Porque la gente iba a decir: 'está más vieja, está más arrugá (sic). Se le olvidan las cosas'. Además hay que estar metida (en la producción de las entrevistas), querían tres a la semana. No, una a la semana, máximo. Dos acepté. Pero después me puse a pensar y me vino pánico escénico. He pensado que quizás en un grupo, no sola".
La conversación que comenzó a las 16:00 horas se extendió por más de 90 minutos y estuvo llena de anécdotas, como la famosa del dedo de Ricardo Lagos.
Paola Sepúlveda y Esteban Acuña manifestaron que nada los hizo prever el paro cardiorrespiratorio que acabaría con su vida pasadas las 21:00 horas del lunes, aunque sí contaron que tosía mucho, cuestión que la misma Raquel Correa planteó como una "bronquitis" de carácter "crónico".
