El Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago sentenció a los hermanos Miguel y Reynaldo Cortez Arancibia a cumplir 15 y 12 años de presidio efectivo, respectivamente, por la brutal golpiza que perpetraron a Carolina Torres, joven lesbiana que fue atacada mientras paseaba con su pareja la noche antes del Día de los Enamorados del 2019.
A principios de julio, en su veredicto condenatorio, el mismo tribunal declaró a ambos culpables del delito de homicidio calificado en calidad de frustrado, con la agravante de haber sido motivados por la orientación sexual y expresión de género de la víctima, en alusión a la Ley de Antidiscriminación.
Previo a la golpiza, los hermanos Cortez estaban siguiendo a Carolina, quien iba de la mano con su polola, para luego insultarla por su orientación sexual y su forma de vestir, y proceder a agredirla.
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía Metropolitana Occidente, "con la intención de matarla, los imputados la abordaron, encerrándola y ubicándose de tal forma que ésta quedó indefensa e impedida de arrancar".
El ataque lesbofóbico dejó a la joven internada en la UCI de la ex Posta Central pues sufrió un traumatismo encéfalo craneano grave complicado, que consistió en fractura de cráneo, hemorragia subaracnoidea aguda frontotemporal izquierda, contusión frontal izquierda, fractura de clavícula, además de la fractura de los huesos de la nariz.
Considerando aquello, la Fiscalía expuso que "de no mediar las intervenciones terapéuticas que se le proporcionaron, le habrían provocado la muerte", y advirtió que el traumatismo craneoencefálico mencionado mantiene a Torres con "síntomas cognitivos, neuro-conductuales, emocionales y funcionales reactivos al mismo", los que "se traducen en un perfil de dificultades cognitivas caracterizado por alteraciones atencionales, de memoria y ejecutivas".
En la misma instancia, también se leyó la sentencia de una tercera imputada, quien encubrió el delito de los hermanos, por lo que fue condenada a 541 días de prisión efectiva.
"Esto no puede volver a ocurrir"
Tras el fallo, el fiscal Pablo Alonso afirmó que "recibimos con plena satisfacción este veredicto, toda vez que se reconoció la existencia por una parte de un homicidio calificado, esto por cuanto implicó que nuestra víctima fue atacada de manera alevosa".
"A esto se suma que, además, fue acogida la agravante del artículo 12 número 21, en donde se ha reconocido que éste corresponde a un crimen lesbofóbico", detalló el persecutor.
En tanto, desde la Fundación Iguales destacaron la sentencia contra estas personas pero advirtieron que este tipo de ataques no puede volver a ocurrir.
La directora ejecutiva de este organismo, Isabel Amor, indicó que "quisiéramos rescatar que entre todo esto se ha levantado un ánimo de apoyo y de colaboración, que a pesar de ser esto muy bonito, no debiésemos estar nunca en una situación de desesperación como la que vivió esta familia".
"Nunca debiésemos estar pensando si es que un amigo o una amiga, tu pareja o tu hijo o hija va a vivir o no por el hecho de que ha sido brutalmente golpeado por su orientación sexual", puntualizó.
