El colectivo de homosexuales de la República Checa, que el sábado celebra en Praga su marcha del orgullo, cree que ésta será más política de lo previsto tras la polémica causada por las críticas hechas del presidente del país, Vaclav Klaus.
"Muchos irán a protestar por las declaraciones del jefe del Estado. El desfile, inicialmente previsto como algo alegre, se convertirá en una manifestación política", aseguró este viernes Czeslaw Walek, director de la agrupación "Prague Pride".
Se refería a la polémica causada la semana pasada por el presidente, que arremetió con dureza contra 13 embajadores acreditados, entre ellos los de Estados Unidos y España, que defendieron el certamen en una declaración conjunta y calificó esa carta de un "paso sin precedentes".
Con la marcha del sábado culminará el primer festival gay de Praga, inaugurado el pasado miércoles y escenario de unas 70 actividades culturales y educativas.
En declaraciones a Efe, el activista de los derechos de las comunidades de lesbianas, gay, bisexuales y transexuales (LGBT) expresó su esperanza de que la marcha pueda evitar que "puedan crecer prejuicios y estereotipos".
"En la democracia, ni la democracia ni la tolerancia pueden darse por supuesto, y hay que trabajar" para ello, sentenció Walek.