El ministro de Salud, Jaime Mañalich, se sumó a las críticas al polémico seminario "No discriminación: sus alcances en la educación", efectuado el martes en la Universidad Católica, que fue cuestionado y funado por organizaciones estudiantiles y sociales como el Movilh y la Fundación Iguales debido a la inclusión, entre sus tópicos, de los métodos a través de los cuales se puede, supuestamente, "curar" la homosexualidad.
Mañalich fue tajante en rechazar esta perspectiva clínica: "Hablar de terapias para tratar la homosexualidad es un oxímoron; vale decir, estamos hablando de 'tratamientos' para una condición que no es una enfermedad", indicó.
"Nadie hoy día, en el año en que estamos, en el Chile en que estamos, podría calificar la homosexualidad como una enfermedad, y a mí me duele que haya insistencias en la materia, porque al final de cuentas, desencadenan lo que todos conocemos, que es mayores riesgos de discriminación", expresó el secretario de Estado.
Durante el seminario en cuestión se presentó un texto llamado "Comprender y Sanar la Homosexualidad", que según el presidente de la FEUC, Noam Titelman, correspondía a un verdadero "manual de tortura" sobre "cómo no permitir que una persona pueda manifestar su ser".
El dirigente también fustigó la presencia del secretario general de la UC, Mario Correa, como "uno de los panelistas" del foro.
Declaración de la FEUC
Los dichos de Titelman fueron refrendados a través de una declaración pública por el consejo de la Federación de Estudiantes de la Universidad, que dijo apoyar enérgicamente "la expresión de las distintas tendencias sexuales como una muestra de la diversidad inherente a la condición humana".
"Creemos que la diversidad, la tolerancia y el respeto son valores que debemos promover y, en esa línea, (...) rechazamos de antemano cualquier actividad o declaración que incite el odio o la denigración de la persona", dice la FEUC, que llama a "todos los miembros de la comunidad universitaria a velar por el respeto de la dignidad humana de toda persona y promover el sano diálogo entre fe y cultura que debe caracterizar a nuestra universidad".
Académicos: Se lesionó la ética universitaria
A esto sumó una declaración suscrita por más de 100 académicos de la UC, quienes abogaron por el "respeto a la diversidad sexual".
"Los organizadores de este seminario, académicos de nuestra universidad, han relacionado a la Pontificia Universidad Católica de Chile con una perspectiva acerca de la homosexualidad desde una orientación exclusivamente patológica, desconociendo así las actuales convenciones científicas nacionales e internacionales (OMS, APA, OPS y Colegio de Psicólogos de Chile). Este escenario nos parece preocupante, pues no sólo expone fuertemente a nuestra Universidad y a su comunidad, sino también erosiona la tarea ética propia de un espacio universitario, esto es, la posibilidad de convocar diversas perspectivas que nos permitan avanzar en la búsqueda de la verdad", señala el texto.
"El sesgo de perspectiva que se desprende del perfil de sus expositores ha generado la inmediata y enérgica reacción de una parte de nuestra comunidad UC. Particularmente, la Federación de Estudiantes, FEUC, ha hecho pública una declaración y ha llevado su preocupación hasta oídos del Gran Canciller de la Universidad, Monseñor Ricardo Ezzati. La celebración de la actividad ha repercutido ampliamente en el país, exponiendo nuestra misión y tarea como universidad", se añade.
"La manera en que el seminario ha sido planteado ha lesionado la convivencia de los miembros de nuestra comunidad, universitaria y nacional, siendo el escenario para declaraciones que incitan al menoscabo de la dignidad de la persona humana. En la organización del seminario no se ha tenido en cuenta el rigor, la criticidad y el respeto por la pluralidad [de perspectivas] que debe caracterizar la labor académica en cualquier asunto", añaden los docentes, que consideran "necesario debatir la responsabilidad que asumen las personas al comprometer públicamente el prestigio y el compromiso ético de nuestra UC con sus acciones".
"Creemos que es nuestro deber rechazar cualquier intento por perpetuar, reproducir o justificar entre nosotros conductas o discursos discriminadores, sobre todo en el contexto de una sociedad que ha hecho sustanciales avances en materia de derechos civiles, como la reciente promulgación de una Ley Antidiscriminación. (...) Llamamos, entonces a rechazar y vencer toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, capacidad, condición social, lengua o religión", manifestaron los profesores.