La lucha contra la violencia machista tiene en pie de guerra a los islamistas egipcios más recalcitrantes, que la consideran como una intromisión para imponer los valores occidentales en su país y tratar de destruir la familia.
La reciente aprobación de una declaración de la ONU, firmada por 130 países, entre ellos Egipto, para acabar con la violencia contra mujeres y niñas ha despertado aún más polémica entre los islamistas, que la califican contraria a la "sharia" (ley islámica).
La declaración prohíbe, entre otros aspectos, el matrimonio con menores y los casamientos forzados, e insta a las mujeres a que denuncien a sus maridos cuando sufran violación o acoso sexual.
No sólo hombres, sino también algunas mujeres de tendencia islamista han rechazado este documento y defienden la preponderancia masculina.
"¿Qué significa que un esposo viole a su mujer? La 'sharia' dice que la mujer tiene que obedecer a su marido cuando éste le pide mantener relaciones sexuales con ella", dijo Randa Ragab, activista defensora de derechos de la familia, cercana al gobernante grupo de los Hermanos Musulmanes.
Para ella, es inaceptable que una mujer trate de llevar a su cónyuge a la cárcel por violarla o acosarla.
Ragab, que tiene 36 años y se casará en breve, tampoco acepta la idea de que una esposa participe con su marido en la toma de decisiones, tal y como propone el documento de la ONU, porque "no se puede anular totalmente al macho en la familia".
Otras reacciones
Grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes o el ultraconservador Gamaa Islamiya sostienen que la declaración de la ONU quiere imponer tradiciones occidentales al permitir ciertas libertades sexuales, y que causará la "desintegración" de la familia egipcia.
A juicio de la Gamaa Islamiya, "el islam insta al matrimonio de menores para proteger a los jóvenes para que no caigan en vicios", según un comunicado de este grupo radical.
La organización condenó que la declaración de la ONU prohíba "los matrimonios de menores, mientras que defiende la homosexualidad", un tabú en Egipto.
Defensores del texto contra "falsas creencias"
Para los defensores de la declaración, los islamistas lo rechazan simplemente para causar polémica y provocar a los hombres para ponerlos en contra de sus mujeres.
El Consejo Nacional de la Mujer de Egipto, cuya delegación firmó el texto en la ONU después de debatir durante dos semanas sobre los artículos que se contradicen con las tradiciones musulmanas, insiste en continuar el camino para endurecer los castigos a los protagonistas de acciones de violencia machista.
La presidenta del Consejo, Mervat al-Tilawy, denunció que los islamistas han lanzado una dura campaña contra este documento, pese a que la delegación egipcia ya había pedido la anulación de algunos artículos relacionados con las libertades sexuales, el aborto y la homosexualidad.
"Ni quienes están en el poder, ni los clérigos de las mezquitas, ni la enseñanza pueden corregir la cultura general que insta a la violencia machista. Hacen falta leyes internacionales", aseguró Al-Tilawy.
Para esta defensora de los derechos de la mujer, los islamistas propagan la falsa idea de que las tradiciones musulmanas animan a la violencia doméstica, mientras que, para ella, el islam respeta los derechos femeninos.
Los actos de violencia contra las mujeres, algunos de ellos cometidos en público, han aumentado últimamente en Egipto de una manera preocupante para los defensores de derechos humanos.
Al-Tilawy recordó los casos de alumnas que han sido golpeadas por sus profesores en algunos colegios y los repetidos acosos sexuales a mujeres en las calles, e insistió en que "hay que detener la violencia contra la mujer sin meter la religión en este asunto".