Los casos indagados se habrían producido entre 1940 y 1980.
Hay 31 casos que enlodan al grupo de los "juaninos".
La Iglesia católica admitió unos 620 casos de abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes en Australia desde la década de 1930.
Una quincena de miembros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios de la Iglesia Católica fueron declarados sospechosos de pederastia en una investigación parlamentaria en Australia.
Según informaron medios locales, representantes de la orden testificaron en la comisión del Parlamento del estado de Victoria, en el suroeste del país, que investiga los casos de pederastia denunciados en la Iglesia católica entre 1940 y 1980, según la cadena ABC.
La orden, conocida como los "juaninos", brinda servicios a niños discapacitados y con problemas de aprendizaje en Australia.
Uno de los hermanos de la orden, Tim Graham, aclaró ante la comisión investigadora que la primera queja por abuso sexual fue presentada en 1993, pero que hasta el momento la Policía no ha presentado cargos contra los presuntos agresores.
Graham expresó su horror ante las acusaciones y admitió que se ha cometido dentro de la orden de los "juaninos" un error sistemático en el escrutinio y en determinar la responsabilidad de los presuntos delitos cometidos principalmente en las décadas de 1960 y 1970.
"Hay 31 casos y un caso ya es lo suficientemente malo", dijo el religioso en referencia al número de agresiones sexuales que están siendo investigadas por la Policía.
Aseguró que la orden está investigando las quejas y negó que exista una red de pederastas en la orden de san Juan, que tuvo un total de 60 religiosos entre los años 1940 y 1980.
En 2002, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que opera en España y varios países latinoamericanos, pagó unos 3,7 millones de dólares (2,8 millones de euros) a 24 personas que supuestamente sufrieron abusos sexuales por parte de sus integrantes.
El Parlamento de Victoria comenzó el año pasado a investigar los abusos sexuales cometidos por las diversas organizaciones que operan en este estado, entre ellas las religiosas, mientras que otra comisión gubernamental investiga a nivel nacional estos delitos.
La Iglesia católica admitió en septiembre pasado unos 620 casos de abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes en Australia desde la década de 1930.
