La Corona británica invertirá casi tres millones de euros en la seguridad del primogénito de Diana de Gales y su hermano Enrique mientras permanezcan en la academia militar de Sandhurst.
La protección del príncipe Guillermo, tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, durante sus estudios militares que comenzaron este fin de semana, costará al erario público de Reino Unido cerca de tres millones de euros (más de 1.890 millones de pesos).
Así lo aseguró el diario británico The Sun, que indicó que el primogénito del príncipe de Gales, de 23 años, estará vigilado las 24 horas del día por miembros de las policías real y militar así como por soldados de regimientos de gurkhas.
Guillermo ingresó el domingo 8 de enero en la prestigiosa academia militar de Sandhurst, donde estudia ya desde hace un año su hermano menor, el príncipe Enrique.
Las autoridades decidieron medidas especiales de protección de los dos hermanos después que un reportero del citado periódico sensacionalista británico consiguiese recientemente entrar en Sandhurst y moverse libremente por sus instalaciones sin ser detectado.
Dos equipos de gurkhas, feroces guerreros de origen nepalés al servicio del Ejército británico desde hace ya dos siglos (cuyos integrantes han peleado en conflictos como La guerra de Las Malvinas), estarán alertas las 24 horas del día para evitarles el mínimo percance a los dos nietos de Isabel II.
Entre sus funciones está la de montar guardia en los dos extremos de los pasillos del edificio donde duerman los príncipes.
Guillermo llegó el domingo a la academia de Sandhurst acompañado de su padre, el príncipe Carlos, y fue recibido a la entrada por su director, el general Andrew Ritchie.
El príncipe, que estará sometido a fuerte disciplina durante las 45 semanas que durará su formación, se perderá este lunes el cumpleaños de su novia, Kate Middleton (24 años), de la que se despidió el fin de semana.
Guillermo no podrá ver durante las próximas cinco semanas a la que el domingo calificó en público de "mi adorable Kate".
El primogénito tendrá que aprender además, entre otras cosas, a hacer su cama, tarea de la que normalmente se ocupan los sirvientes de Clarence House, residencia oficial de su padre. (EFE)
