El cura esloveno Marko Rupnik, conocido por ser el autor de mosaicos en las iglesias de todo el mundo y que había sido acusado de cometer abusos contra varias religiosas, fue expulsado de la Compañía de Jesús por "su obstinada negativa a observar el voto de obediencia".
Johan Verschueren, consejero general de la orden, explicó -en una carta dirigida a sus miembros- que a Rupnik se le habían impuesto restricciones para celebraciones y actividades artísticas que violó reiteradamente durante los últimos meses.
Verschueren indicó que incluso se le dio "una última oportunidad" para conseguir la paz con "su pasado" y "dar una señal clara a las personas afectadas que testimoniaban contra él" y entrar en el "camino de la verdad", pero la rechazó.
Ahora Rupnik tiene 30 días para apelar esta decisión y transcurrido este plazo, el expulsión será definitiva.
Hace varios meses, cuando estalló el caso, los jesuitas admitieron que Rupnik había sido sancionado con algunas restricciones después de una investigación por abusos sexuales y psicológicos a religiosas en los años 90, a pesar de que habían prescrito.
Según explicaron los jesuitas, la Congregación para la Doctrina de la Fe, responsable de los procesos canónicos en materia de abuso sexual, "recibió una denuncia en 2021 contra el padre Marko Ivan Rupnik sobre su forma de ejercer su ministerio".
Entonces se encargó a la Compañía de Jesús que abriese una investigación preliminar y, "después de estudiar el resultado, el dicasterio vaticano encontró que los hechos en cuestión debían considerarse prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de octubre de este año 2022".
Durante la investigación, explicaron los jesuitas, se tomaron varias medidas cautelares contra Rupnik, como "la prohibición del ejercicio del sacramento de la confesión, de la dirección espiritual y del acompañamiento de los ejercicios espirituales".
EXCOMULGADO POR ABSOLVER A "CÓMPLICE DE PECADO"
El viernes pasado se supo que se había abierto otra investigación a este religioso, conocido sobre todo por su faceta de artista, por haber "absuelto durante la confesión a una mujer con la que había mantenido relaciones sexuales": un pecado grave para los religiosos.
Según la cronología que publicó en su página la Compañía de Jesús respecto a este episodio, la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió en mayo de 2020 un decreto que castigaba al jesuita con la excomunión por el delito de "absolución de un cómplice de un pecado contra el sexto mandamiento", pero poco después, con un acto extraordinario, se levantó la excomunión.
Se desconoce por qué motivo se levantó la excomunión al artista. Según algunos medios, el papa Francisco -también jesuita- es la única autoridad que puede hacerlo, mientras que otros apuntan a que la sentencia podría haber sido impugnada por Rupnik y cambiada después por otro tipo de sanciones.
Los hechos de presuntos abusos sexuales se remontan a principios de la década de 1990 y corresponden a presuntos abusos psicológicos y sexuales a monjas de la comunidad eslovena Loyola de Lubliana, fundada por un religioso del que Rupnik era amigo y padre espiritual.
El diario italiano Domani ha publicado varios testimonios de religiosas que aseguraban haber sido sus víctimas.
Rupnik es mundialmente conocido por sus mosaicos, que adornan la fachada de la basílica de Lourdes, en Francia; una capilla del Palacio Apostólico del Vaticano, el monasterio de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja, España) o en la Catedral de La Almudena, en Madrid.