La Agrupación Intercomunal de Pastores de Chile (Agripach) aseguró que los evangélicos han extendido en los últimos años su influencia en Chile, debido a su labor redentora en sectores marginales pero también por sus posturas ultraconservadoras.
"En Chile hay dos instituciones que están en todas partes. Esté donde esté, siempre va a encontrar un retén de Carabineros y una iglesia evangélica", aseguró el presidente de Agripach, el obispo Jorge Muñoz.
Según el Censo de 2002 -el último cuyos datos están disponibles- el 69 por ciento de la población chilena se declara católica y el 16 %, evangélica, mientras que el nuevo censo se conocerá en 2013, pero Muñoz está seguro de que en la última década el número de fieles ha crecido "de forma extraordinaria" y puede representar ya el 30 por ciento de la población.
Entre las claves del auge de la religión evangélica, explicó Muñoz, está la labor de los misioneros y predicadores, y la presencia en medios de comunicación propios.
Agripach indicó que el aumento también se ha visto favorecido por el gobierno del presidente Sebastián Piñera, que ha aplicado desde 2010 una treintena de medidas para facilitar la labor y aumentar la presencia de la Iglesia Evangélica.
"Uno de los esfuerzos de este gobierno apunta a crear una sociedad de oportunidades, seguridad y valores", señaló el jefe de la División de Relaciones Políticas e Institucionales, Claudio Radonich.
"Rehabilitamos a más alcohólicos y drogadictos"
Muñoz aseguró también que "somos la entidad en Chile que rehabilita a más alcohólicos y drogadictos. La Iglesia Evangélica es la luz que está alumbrado en estos momentos en las poblaciones (barrios pobres) periféricas".
"Los evangélicos tienen una importante presencia en el mundo popular urbano. Llegan a grupos sociales a los que al Estado le cuesta mucho llegar y tienen la legitimidad social para que una familia con problemas acuda directamente al pastor", concuerda Radonich.
Un reciente informe del Poder Judicial señalaba que, por ejemplo en el corredor del mayor Centro de Cumplimiento Penitenciario de Santiago, con unos 3.500 internos, en el que se concentran los presos evangélicos, las celdas "impresionan por su pulcritud".
"No hemos discriminado a ningún homosexual"
Otro tema que ha marcado a los evangélicos son los discursos que algunos pastores han pronunciado tanto en contra de la posibilidad de permitir el aborto como de que no se regulen las uniones homosexuales.
"Jamás en la vida nosotros hemos discriminado a ningún homosexual", se defiende el obispo Muñoz, concluyendo que: "La Biblia nos enseña que Dios vino a los pecadores y no a los sanos. Lo que Dios aborrece es el pecado, no el pecador".