Meriam Yehya Ibrahim, mujer sudanesa condenada a la horca por apostasía (renunciar a una religión), podrá culminar su embarazo antes de ser ejecutada, según informó un tribunal de Sudán.
La mujer de 27 años es acusada de renunciar a su religión, el Islam, por casarse con un hombre cristiano de Sudán del Sur.
Además, el juzgado determinó que la embarazada deberá soportar un castigo de 100 latigazos por haber tenido relaciones sexuales sin estar casada ya que su matrimonio es nulo bajo la ley islámica.
A pesar de tener la opción de retractarse, Ibrahim manifestó ante el juez: "soy cristiana y nunca cometí apostasía".
El hecho ha causado gran revuelo a nivel internacional y diversos organismos han manifestado su preocupación por la vulneración a la mujer.
Entre ellos, las embajadas de Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos publicaron una declaración conjunta expresando su preocupación por el caso. "Hacemos un llamado al gobierno de Sudán a respetar el derecho a la libertad de religión, incluido el derecho a cambiar de fe o creencias" señalaron, según informa The Telegraph.