La presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, afirmó que la discusión acerca del aborto debe tratar este tema como un problema de seguridad sanitaria y como argumento expone las cifras: durante 2013 se efectuaron 17 mil abortos en Chile.
Desde que la Presidenta Michelle Bachelet anunció este 21 de mayo una propuesta para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en casos críticos, el tema ha monopolizado las discusiones entre quienes están a favor y en contra de que Chile deje de ser uno de los cinco países del mundo que lo mantiene como un crimen.
"Las mujeres que han decidido hacerse un aborto se lo van a hacer igual. El Estado tiene que legislar para que esta situación sea en condiciones de seguridad. Primero desde el punto de vista de salud mental. Toda mujer que se hace un aborto está en un proceso de duelo", planteó Román.
"No es que sea un método anticonceptivo, sino que se protocolice la seguridad del aborto de la mujer que lo va a hacer igual. Si tenemos que empezar hoy por un proyecto de ley que enmascara tres causas, empecemos por eso", agregó la presidenta de los matrones.
"El dolor de una sociedad que no lo permite"
En medio de este debate, cobra valor el testimonio de una mujer de 29 años que tenía 26 cuando se realizó el aborto con medicamentos, entrevistada por El Diario de Cooperativa.
"Hicimos el proceso con mucho miedo. Para nadie es una decisión fácil; es muy doloroso. Y luego está todo el dolor de estar en una sociedad que no lo permite, que no lo puedes hablar, que lo tengo que hablar a escondidas contigo ahora", relató.
"Mi pareja también estaba súper mal sicológicamente y luego de un tiempo nos fuimos reponiendo hasta estar bien", agregó.
"Es algo que pasa todos los días. No nos dejan hablar de esto. Si uno lo hablara quizás sería menos doloroso y menos traumático. En este país hace dos años no se podía hablar de aborto terapéutico", lamentó.
Colegio Médico pide centrarse en educación
En el Colegio Médico reconocen que el tema es complejo. Su presidente, Enrique Paris, afirma que no se puede ocultar y que es una realidad que afecta a las mujeres. No plantean que se convierta en herramienta de planificación familiar sino que sea parte de una base de educación sexual.
"¿Por qué se llega al aborto? Porque la niña ha sido violada o tiene un embarazo no deseado o tiene un problema grave en el embarazo y a lo mejor eso se podría haber evitado si se sabía que ella, por ejemplo, tenía hipertensión y no podría haber quedado embarazada. Es fundamental la educación a nivel escolar", expuso el dirigente.
Sin embargo, el abogado Jorge Reyes, del movimiento Provida, descartó incluso el argumento sanitario: "El poner el aborto como una posibilidad sanitaria es un riesgo concreto y específico para mujeres".
Expuso que en Ciudad de México, donde se aprobó la posibilidad de interrumpir voluntariamente el embarazo, "han muerto en el último año 90 mujeres, en su mayoría adolescente, todas practicadas con aborto legal, inducido y patrocinado por el propio Estado Federal de México".