El alcalde de Wuhan -capital de la provincia china de Hubei y epicentro del brote de neumonía causada por un nuevo coronavirus que ya ha dejado al menos 106 muertos- ofreció dimitir por su decisión de cerrar la ciudad para contener la enfermedad, informa hoy el portal de noticias Caixin.
En una poco habitual entrevista televisada anoche por la cadena pública CCTV, Zhou Xianwang aseguró: "Si el público piensa que estábamos equivocados, dimitiremos", en referencia a su cargo y al jefe del Partido Comunista de China (PCCh) en la ciudad, Ma Guoqiang.
"Cerramos las puertas (de la ciudad), lo que podría cortar (la propagación de) la enfermedad. Sin embargo, la historia nos culpará –aseguró-. Siempre y cuando sea beneficioso para el control de la enfermedad y la seguridad de la gente, Ma Guoqiang dijo que asumiremos cualquier responsabilidad que tengamos que asumir".
Zhou reconoció que el gobierno local tardó demasiado en revelar la información disponible sobre el brote, respondiendo así a las críticas surgidas en redes sociales sobre la actuación de las autoridades de Wuhan.
No obstante, según el alcalde, la tardanza en publicar esa información se debió a que necesitaban la aprobación de instancias más altas para poder hacerlo.
"Es una enfermedad infecciosa, y tenemos una ley de prevención de enfermedades infecciosas para regular la divulgación de información. Como gobierno local, después de conseguir información solo podemos hacerla pública cuando tengamos el visto bueno", explicó.
Según Caixin, la citada normativa establece que las autoridades sanitarias deben contactar sin demora con Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) para obtener la aprobación necesaria para hacer públicas las informaciones.
Zhou, que llegó al cargo en septiembre de 2018, no ofreció detalles sobre el proceso como, por ejemplo, cuándo las autoridades locales pusieron la información disponible sobre el brote en conocimiento de las más altas instancias del país.
El Consejo de Estado celebró una reunión de emergencia el pasado día 20, cuando decidió que la enfermedad era de "clase B" pero ordenó que se gestionara como de "clase A" (el nivel más alto de emergencia sanitaria en el país).
Zhou explicó que, tras esa decisión, el trabajo de las autoridades locales se tornó "más activo", teniendo así la capacidad de "tomar algunas medidas duras" como el cierre de todas las salidas de Wuhan y de los transportes públicos.
No obstante, debido a las vacaciones por el Año Nuevo chino -que suponen la mayor migración humana anual en el mundo- más de 5 millones de personas salieron de la ciudad antes de su cierre, tras lo que quedaron unos 9 millones de personas dentro.
El alcalde recibió muchas críticas en redes sociales tras una rueda de prensa ofrecida en la noche del domingo, ya que compareció con una mascarilla que parecía estar al revés y ofreció datos contradictorios a la versión del gobernador de la provincia sobre si Wuhan contaba con suministros médicos suficientes para hacer frente al brote.
Según los últimos datos ofrecidos hoy por la Comisión Nacional de Sanidad, el número de muertos por el coronavirus asciende ya a 106, mientras que el de casos confirmados se sitúa en 4.515. La mayoría de casos se han registrado en Hubei y, concretamente, en Wuhan, ciudad de unos 11 millones de habitantes.