Unas 250 británicas con prótesis mamarias de la marca francesa PIP (Poly Implants Prothéses), que se investiga por posibles efectos cancerígenos, planean presentar demandas contra las clínicas que se las implantaron, publicó este The Guardian.
En declaraciones al periódico, Mark Harvey, portavoz del bufete de abogados Hugh James, explicó que la primera intención fue demandar a PIP o sus aseguradores, pero "eso no es viable".
En lugar de eso, las afectadas se querellarán contra al menos seis clínicas en el Reino Unido que les realizaron los implantes, con una primera audiencia en enero, apunta el rotativo.
Harvey indicó que habían fracasado los intentos para llegar a un acuerdo extrajudicial con esos centros, que ofrecieron garantías a sus clientas de que las prótesis les durarían toda la vida.
Se estima que unas 50.000 británicas llevan una prótesis PIP, que se retiraron del mercado el año pasado tras detectar las autoridades francesas que estaban fabricadas con un gel de silicona diferente al declarado para su comercialización en la Unión Europea, lo que ponía en duda sus garantías.
La Agencia reguladora de productos sanitarios y medicinas del Reino Unido (MHRA) dijo este miércoles que no recomendará la retirada de las prótesis mamarias de la marca francesa porque no ha hallado pruebas de una relación de éstas con un tipo de cáncer.