Calor estival puede provocar problemas en personas con hipertensión
Pacientes pueden presentan síntomas como fatiga o náuseas.
Las altas temperaturas inciden en la dilatación de las arterias.
Pacientes pueden presentan síntomas como fatiga o náuseas.
Las altas temperaturas inciden en la dilatación de las arterias.
El calor del período estival puede provocar problemas en las personas que tienen alta presión sanguínea, porque ésta tiende a bajar y, por eso, los pacientes pueden presentar problemas como fatiga o náuseas.
"El calor del verano incide tanto en la dilatación de las arterias, como en la deshidratación, por lo que las personas transpiran mucho y si no toman el suficiente líquido pueden tener problemas. Tanto la dilatación como la deshidratación son factores importantes a controlar en las personas hipertensas", afirmó el doctor Hernán Zárate, presidente de la Fundación Chilena de Hipertensión Arterial.
Es por ello que los pacientes afectados por los cambios de temperatura deben consultar a sus médicos, quienes pueden "hacer una modificación temporal de los medicamentos recetados, para ajustarse a la época del calor y reducir las molestias a los pacientes", agregó.
La presión arterial mide la fuerza que se aplica en las paredes arteriales |
En Chile, la prevalencia de esta enfermedad alcanza al 33,7 por ciento de la población, siendo ligeramente mayor en hombres (36,7 por ciento) que en mujeres (30,8 por ciento), según los resultados de la I Encuesta de Salud del Minsal 2003.
Esta enfermedad comúnmente es asintomática. Sólo algunas personas afectadas por la enfermedad presentan síntomas, entre los que se cuentan la sensación de cansancio, cabeza abombada, sensación de fatiga o mareos .
Es una enfermedad que presenta grandes riesgos, pues una persona que tiene hipertensión descontrolada puede sufrir daño en riñones y cerebro. Además, el corazón debe trabajar forzadamente y aumenta su tamaño.
La hipertensión acelera el deterioro de las arterias y aumenta las posibilidades de sufrir ataques cerebrovasculares.
Sin embargo, los tratamientos actuales han permitido que esta enfermedad tenga muy buen pronóstico, siempre que sea tratada en forma oportuna. La medicación adecuada, junto con un estilo de vida saludable, bajo consumo de sal y un peso adecuado son medidas suficientes, en la mayoría de los casos, para controlar la condición.
Es posible mantener la hipertensión controlada con el debido tratamiento y algunas recomendaciones básicas: