Mientras que el registro del Ministerio de Salud peruano (Minsa) habla de 8.404 fallecidos por Covid-19, en los últimos días han surgido acusaciones de un subregistro de decesos, que podrían llegar al triple del número oficial.
El diario Expreso publicó que al 15 de junio el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) reportaba que la cifra, entre casos confirmados y sospechosos, ascendía a 24.262 muertos.
En una entrevista este martes, el director del Sinadef, Javier Vargas, explicó que el balance se está actualizando cada tres meses porque, entre otros factores, hay víctimas que han fallecido en localidades lejanas a la capital y no pueden ingresar a la base de datos a falta de una conexión a internet.
Lo anterior es especialmente complejo en el caso de morir en domicilios particulares, lo que se ha vuelto más común en provincias por el colapso de los centros de salud.
Otra causa relevante es una considerable cantidad de "falsos negativos" como resultado de testeos rápidos de Covid-19, por lo que pese a presentar todos los síntomas, muchos peruanos mueren sin el diagnóstico.
Según destacó el medio, ya en abril el ministro de Salud, Víctor Zamora, reconoció ante el Congreso del Perú la posible existencia de un subregistro en las cifras oficiales de fallecidos, aunque descartó que se oculten los datos.
"En todos los países del mundo existen diferentes grados de subregistro. No existe voluntad de ocultar esa información, pero puede haber debilidades en cuanto a la calidad del registro", admitió.
Alcaldes piden mantener el toque de queda
En la actualidad, los decesos han disminuido en Lima, pero la tendencia va al alza en ciudades como Arequipa e Ica, y las localidades de Tumbes, Piura, Trujillo, Loreto e Iquitos, áreas en donde la cuarentena no ha sido cumplida por toda la población.
Por otro lado, alcaldes de la Mancomunidad de Lima Centro difundieron un comunicado en la víspera, en que piden al presidente Martín Vizcarra mantener el toque de queda en Perú.
"La compleja situación sanitaria que vive el país y los esfuerzos para controlar el Covid-19 nos obligan a replantear medidas preventivas en el marco de una nueva convivencia social con enfoque territorial", plantean en el escrito.
Los jefes comunales argumentan que los peruanos tienden a obedecer más al personal militar en comparación con los efectivos policiales, y piden que los funcionarios castrenses complementen la labor del control del orden interno en los puntos neurálgicos de la capital.