A pocos días de que se cumpla el plazo acordado entre el Gobierno y la oposición para alcanzar un acuerdo nacional sobre protección social, reactivación económica y estrategia fiscal, sólo un 40 por ciento de los chilenos cree que es "algo probable", y apenas un 18 por ciento "bastante o muy probable", que se concrete, según la última encuesta de la consultora Plaza Pública-Cadem, difundida este domingo por la noche.
La iniciativa, convocada por el Presidente Sebastián Piñera el pasado 25 de mayo y acogida por la mayoría de los partidos políticos, busca aunar soluciones y combatir los efectos sociales y económicos que acompañan a la pandemia del Covid-19.
La propuesta del Mandatario encuentra al país con más de 130.000 contagiados y sobre 2.000 fallecidos, con un plan en marcha para entregar 2,5 millones de canastas a las familias más vulnerables que no pueden trabajar por las cuarentenas y no pueden comprar alimentos, y con la una perspectiva de una caída económica del -4,5 por ciento para 2020 según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo al estudio de Cadem, realizado entre el 3 y el 5 de junio, un 52 por ciento de las personas consultadas señaló haber escuchado sobre el llamado realizado por Piñera a un acuerdo nacional.
Ahora, sobre lo mismo, un 41 por ciento cree "poco o nada probable" que el Gobierno y la oposición logren alcanzar el pacto.
En este sentido, las medidas más relevantes para los encuestados son crear una renta básica de emergencia (38 por ciento), extender el Ingreso Familiar de Emergencia (30 por ciento), financiar programas de empleo (29 por ciento) y condonar el Crédito con Aval del Estado (CAE, 28 por ciento).
EN BUSCA DE UN ACUERDO
En su convocatoria, el Presidente Piñera delineó cinco ejes de acuerdo. En primer lugar, el combate contra el coronavirus y protección de la salud y la vida de los chilenos ante la pandemia.
En segundo lugar, un plan de protección social para proteger los ingresos de las familias chilenas y asegurar el abastecimiento de bienes y servicios esenciales.
El tercer punto constaría de un plan para proteger los empleos, los sueldos, los ingresos y las empresas y el cuarto de un plan de reactivación de la economía, con especial énfasis en la recuperación de la capacidad de crear empleos y oportunidades, mejorar los salarios y los ingresos, e incrementar la inversión y la productividad;
Finalmente, el quinto eje sería un marco fiscal para enfrentar con "sensibilidad social y responsabilidad fiscal las urgentes necesidades del presente y los exigentes desafíos del futuro".