Brasil, el segundo país con más muertes y casos por coronavirus en el mundo, completó este domingo 100 días sin ministro titular de Salud, cargo ejercido interinamente por un general del Ejército sin ninguna experiencia en el área.
Cuando el general de tres estrellas del Ejército brasileño Eduardo Pazuello asumió como ministro interino de Salud, el 16 de mayo, Brasil tan sólo era el sexto país con más casos de Covid-19 en el mundo, con 218.223 contagios, y contabilizaba 14.817 muertos.
Tras 100 días de su gestión interina, el país se consolidó como uno de los epicentros globales de la pandemia y como el segundo con más fallecidos (114.250) y más contagios (3,58 millones) en el mundo, tan sólo superado por Estados Unidos.
Su interinidad por un plazo aún indeterminado fue la solución encontrada por el presidente Jair Bolsonaro para contar con un auxiliar que no objetara sus iniciativas frente a la pandemia, que ponen la economía por delante de la salud.
El líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad, a la que llegó de tildar de "gripecita" pese a que fue uno de los que la contrajeron, tuvo dos ministros de Salud diferentes en menos de un mes antes de Pazuello.
Tres ministros de salud en un mes
El militar sustituyó al oncólogo Nelson Teich, que el 15 de mayo renunció al cargo que ocupó por apenas 28 días por negarse a firmar el decreto por el que Brasil recetó el uso generalizado de la cloroquina para tratar pacientes de Covid-19 en todos los niveles.
Pese a que se trata de una medicina cuya eficacia no ha sido probada y con graves efectos secundarios, Bolsonaro defiende su uso y asegura que se curó del coronavirus gracias a ella.
Las divergencias también llevaron al jefe de Estado a destituir el 16 de abril al ortopedista y diputado Luiz Henrique Mandetta, el ministro de Salud que defendía las cuarentenas y el distanciamiento social para enfrentar la pandemia, a lo que se opone el mandatario.
Pazuello había sido nombrado en abril como viceministro de Salud debido a que su currículo, con una gran experiencia y formación en logística, lo acredita como el más indicado para encargarse de la distribución de equipos y medicinas por todo Brasil en momentos de paralización de los transportes.
Apoyo al distanciamiento social
En una de sus pocas y más recientes intervenciones públicas, poco después de que Brasil acumulara más de 100.000 muertos por coronavirus, admitió que los protocolos adoptados al comienzo de la pandemia estaban equivocados y manifestó su apoyo a las medidas de distanciamiento social tan criticadas por Bolsonaro.
Sobre las muertes, aseguró que "no se trata apenas de un número. Todos los días sufrimos pérdidas. No es sólo un número. No son 95.000, 98.000 o 100.000 lo que hará la diferencia. Lo que hace la diferencia es cada brasileño que se pierde".
Pese a que el propio Pazuello dijo que está temporalmente en el cargo hasta que el presidente lo quiera, la posibilidad de su salida quedó en duda el pasado jueves cuando transfirió a su sucesor el cargo de comandante de la Duodécima Región Militar (Amazonía), que ejercía desde enero, antes de ser convocado al Ministerio.
Pese a que Bolsonaro ha dicho que pretende mantenerlo por mucho tiempo, en las últimas semanas se ha reunido con líderes de partidos de centro que condicionan su apoyo al Gobierno a cargos ministeriales y que ambicionan la cartera de Salud.