El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, confirmó que las zonas de Western New York y Capital Region avanzarán a la fase tres de reapertura mañana y el miércoles, respectivamente.
Asimismo, amenazó con revocar licencias a bares y restaurantes que incumplan las normas de prevención contra el virus, tras recibir más de 25 mil quejas en los últimos días, la mayoría en la Gran Manzana o Long Island.
"La gente me envía las fotos directamente. He llamado personalmente a los dueños de algunos locales para preguntarles qué estaban haciendo y les he recordado que el estado puede quitarles sus licencias de venta de alcohol o de actividad si continúan no respetando las normas", insistió el dirigente.
Cuomo también señaló que, debido a la mejora de los indicadores, se había modificado el número de personas que pueden reunirse y que, en vez de diez personas, ahora se eleva hasta 25.
Con respecto a las zonas que estrenan fase tres, apuntó que en este período está permitido el 50 por ciento de ocupación en el interior de los restaurantes, y recordó que la distancia física de dos metros es obligatoria, así como el uso de mascarilla entre los empleados y entre los clientes mientras no estén sentados.
En las mesas podrá haber hasta un máximo de 10 personas y se deberá limpiar y desinfectar los menús y el mobiliario después de cada uso.
Siguen aplanando la curva
Cuomo insistió en que, "al contrario que en otros estados", la curva continua bajando en su estado a pesar de las reaperturas, algo que vincula a una actuación "inteligente".
"Teníamos la peor tasa de infección en EE.UU.y ahora tenemos la mejor. Es una transformación total y Nueva York ha escalado la montaña más alta", expresó.
Los números reflejan que el porcentaje de infectados de los más de 50 mil tests diarios es inferior al 1,4 en todas las regiones, con Western New York y New York City (1,4 por ciento y 1,3 por ciento, respectivamente) liderando la tabla de positivos.
Nueva York registró durante el domingo 25 muertes (20 en hospitales y 5 en residencias) frente a las 23 del sábado, en la que es la media de tres días con el número más bajo de fallecimientos.
"Nos encantaría ver el número de muertes en cero, pero nunca llegará porque ya es tan bajo que las muertes vinculadas al Covid-19 se producen también por condiciones preexistentes", dijo Cuomo.